Después de cinco años de guerra en Siria, más de 11 millones de personas sufren gravementes sus consecuencias. Han tenido que huir de su hogares para poner sus vidas a salvo. Cerca de 4,8 millones estánrefugiadas en otros países y más de 6,6 millones se han marchado a otras zonas más seguras del país. Aquellas que se han quedado en Siria se enfrentan a diario al miedo y a la muerte en un país devastado por la guerra y asolado por la incertidumbre de un futuro incierto.
Niños, ancianos, enfermos y mujeres son los más afectados por este conflicto. Muchos barrios y pueblos han quedado destruidos y ACNUR trabaja dentro de Siria para que todos los civiles desplazados puedan tener un lugar donde refugiarse y cubrir sus necesidades básicas de agua, alimentos y atención sanitaria, entre otras.