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En esta serie de dibujos africanos de niños procedentes del Cuerno de África y refugiados en el campo de Kakuma, Kenia, los pequeños eligieron expresar sus sentimientos a través de la pintura y de la escritura para que otros niños y niñas del mundo conocieran sus historias y entendieran qué significa convertirse en una persona refugiada. Este proyecto fue llevado a cabo por una cooperante de ACNUR, Sybella Wilkes, quien consiguió que estos niños y niñas desarrollarán una gran libertad de expresión, plasmando sus sentimientos, temores y anhelos en sus trabajos plásticos.