133 países
con presencia de ACNUR
17.878
trabajadores
58,3 millones
refugiados, desplazados internos y apátridas recibieron asistencia COVID-19.
64 millones
de mascarillas N95/FFP2 adquiridas.
9,89 millones
de personas reciben asistencia sanitaria
ACNUR trabaja para incluir a la población refugiada y desplazada en las estrategias nacionales de vacunación contra la COVID-19 y apoya a los gobiernos de los países de acogida de refugiados prestando ayuda logística, personal sanitario, artículos de higiene y equipos de protección personal, entre otros aspectos.
695 millones
en ayudas económicas a personas desplazadas en 100 países.
+ de 600.000
personas recibieron materiales de emergencia en menos de 72 horas en países afectados por emergencias.
7.900
toneladas de materiales de emergencia enviados por aire, mar y tierra.
ACNUR proporciona ayudas económicas para que las familias refugiadas puedan pagar el autobús que lleva a los niños al colegio, poner comida sobre la mesa, comprar medicamentos, pañales o cubrir los gastos del alquiler.
16 millones
de personas desplazadas a la fuerza tienen acceso a servicios de protección, incluyendo servicios de protección para la infancia y las supervivientes de violencia de género.
64.796
incidentes de violencia de género reportados en los que sus supervivientes reciben asistencia psicológica.
La educación de niñas refugiadas, concretamente, tiene un gran impacto en sus vidas porque les empodera, les permite desarrollar sus habilidades de liderazgo, emprendimiento, autosuficiencia y resiliencia. Además, les protege de la explotación, la violencia sexual y de género, el matrimonio infantil y los embarazos precoces.
La prevención de la violencia de género contra las mujeres y la violencia sexual es uno de los principales focos de trabajo de ACNUR. Ofrecer a las víctimas de abuso sexual la asistencia que necesitan es una de las tareas prioritarias, así como evaluar las necesidades especiales de mujeres y niñas vulnerables.
1,7 millones
niños matriculados en educación primaria.
170.048
alumnos matriculados en secundaria.
7.087
personas recibieron becas DAFI para cursar estudios superiores.
ACNUR trabaja para que los niños refugiados tengan acceso a la educación en los campos de refugiados y tengan oportunidades de futuro. Para ello, construye aulas, forma a profesores y proporciona ayudas a las familias para que puedan costear las matrículas y comprar material escolar.
La Agencia también proporciona becas DAFI que permiten a los refugiados acceder a la enseñanza universitaria. Cubren los gastos de alojamiento, la matrícula, el material escolar, los libros y las dietas para comida y el transporte, entre otros conceptos. La educación superior es un instrumento poderoso para el cambio social. No solo mejora la situación económica y social de las personas refugiadas que acceden a ella, sino también las de sus familias y comunidades.
Para el año 2030, ACNUR tiene el objetivo de que el 15% de los jóvenes refugiados accedan a la educación superior.
1,2 millones
de refugiados, desplazados internos y otras personas bajo el amparo de ACNUR reciben apoyo en medios de vida en 85 países.
3,2 millones
de refugiados y solicitantes de asilo se benefician del incremento de protección social en 85 países.
19 países
permiten acceder al mercado laboral a los refugiados que se dedican a la artesanía.
ACNUR trabaja para promover la inclusión económica de las personas que se ven obligadas a huir. Aboga por su derecho al trabajo porque reduce la dependencia de la ayuda humanitaria, impulsa su dignidad y posibilita soluciones duraderas.
250.951
refugiados vuelven a sus países mediante retornos voluntarios.
63.726
reasentamientos facilitados.
42
operaciones de refugiados en diferentes países fomentan la plena integración de estos en las comunidades de acogida.
ACNUR trabaja con los gobiernos y sus socios para asegurar que se dan las condiciones necesarias para la integración de las personas retornadas con seguridad y dignidad.
Para la Agencia, el reasentamiento es un instrumento fundamental para la protección de los refugiados más vulnerables. Se utiliza para ayudar a los refugiados en países que no pueden proporcionarles protección y apoyo adecuados.
La integración beneficia a la población reasentada y a la comunidad de acogida. ACNUR, los gobiernos y las ONG trabajan para facilitar la integración de las personas refugiadas.
Si quieres ver el informe anual completo de este año tan complicado por la pandemia del COVID-19, solo tienes que descargar el archivo.
Ayuda a los refugiados