El conflicto armado, la enfermedad, el hambre, una economía al borde del colapso y la mitad de los servicios sanitarios inoperativos han convertido a la crisis de Yemen en la peor de nuestro tiempo. ACNUR está en terreno y sabe cómo salvar vidas, pero necesita recibir los fondos necesarios. Más de un millón de personas podrían quedarse sin ayuda por la falta de financiación este año. Falta el 42 % de los 252 millones de dólares que necesita ACNUR para dar respuesta a desplazados internos por la guerra en Yemen y a los refugiados.
Necesidad de ayuda humanitaria
ACNUR y su socio yemení HYAC (Asociación de Caridad Hikma Al-Yamania) han distribuido ayuda básica de emergencia a 250 familias desplazadas por el conflicto en la gobernación de Lahj: colchones, mantas, bidones, mosquiteras, utensilios de cocina, estufas, linternas y lámparas solares, que proporcionan algo de dignidad y mejoran su capacidad para dormir, cocinar, lavar y limpiar. Alrededor de 70 familias desplazadas en Tur-Albaha también recibieron láminas de plástico para reparar viejos refugios. En esta foto, dos niños desplazados reciben ayuda de ACNUR.
Refugio y protección para:
Ahmed (más abajo, en la foto), de 80 años, huyó de su casa en Bani Hassan, en el noroeste de Yemen, debido al conflicto. Él y su familia perdieron todas sus pertenencias y los documentos de identidad. Después de ser reubicado en Az Zuhrah, ACNUR ayudó a Ahmed a obtener una tarjeta de identificación que le dio acceso a la ayuda en efectivo que tanto necesitaba. Además, ACNUR ha proporcionado a Ahmed y su familia un refugio de emergencia fabricado con materiales locales que protege de las inclemencias del tiempo (refugio TESK, por sus siglas en inglés:"Tehama emergency shelter kit").
El hambre asola el país:
Acceso a atención médica y medicamentos
Ali (en la foto), un niño yemení de 8 años, desplazado interno, recibe tratamiento hospitalario por las heridas sufridas en un accidente. Sin ingresos, su familia no puede pagar los medicamentos que necesitará y ha solicitado asistencia en efectivo de emergencia de ACNUR.
Educación
Fatma (abajo, en la foto), una refugiada somalí de siete años, estudia con un libro de texto en su escuela en el campamento de Kharaz, Lahj, Yemen.
El campo de Kharaz se abrió en 2001 y sigue siendo el único campo de refugiados en Yemen. La gran mayoría de las personas que viven allí son refugiados somalíes. ACNUR, en colaboración con el Ministerio de Educación yemení, presta apoyo a dos escuelas primarias y una escuela secundaria en el campamento; por ejemplo, en la rehabilitación y remodelación de las aulas y la provisión de baños y áreas al aire libre con sombra. Para el año escolar 2019-2020, 2.500 niños de escuela primaria y casi 400 estudiantes de secundaria han podido acceder a la educación gracias a escuelas apoyadas por ACNUR. Además, reciben ayudas para uniformes y kits escolares. Alrededor de 155 maestros y personal de apoyo administrativo reciben incentivos.