Emergencia en Líbano: centenares de víctimas y miles de personas heridas y desplazadas

El conflicto de Gaza se extiende al Líbano y varios ataques aéreos israelíes han provocado más de 620 fallecidos (entre ellos dos trabajadores de ACNUR) y miles de heridos. Además, miles de familias libanesas y sirias están huyendo de sus hogares hacia Siria. Mientras tanto, está incrementando su apoyo ante el creciente número de desplazamientos.

Líbano es el país que acoge al mayor número de personas refugiadas per cápita del mundo. El gobierno estima que hay 1,5 millones de refugiados y refugiadas sirias y más de 11.400 de otras nacionalidades. Antes de los ataques de esta semana, unos 87.000 refugiados vivían en las provincias del sur de Líbano. Su situación ya era preocupante, ya que, nueve de cada diez personas refugiadas sirias necesitan ayuda humanitaria para cubrir sus necesidades básicas, viviendo en la pobreza extrema.

Ante el recrudecimiento del conflicto, decenas de miles de personas se están desplazando. Muchas lo hacen en vehículos que se encuentran atascados en la frontera con Siria. Otras personas llegan a pie, llevando consigo lo que pueden. Entre ellas hay mujeres, niños y niñas pequeñas y bebés que esperan en la frontera haciendo fila para intentar cruzar tras pasar la noche a la intemperie sufriendo las bajas temperaturas que empieza a haber en la zona. Algunas personas incluso han llegado heridas a causa de los bombardeos.

Según el Ministerio de Sanidad libanés, al menos 620 personas murieron y otras 1.835 resultaron heridas en ataques israelíes contra Líbano. Entre las víctimas hay 50 niños, 94 mujeres y varios trabajadores médicos. Además de los dos trabajadores fallecidos de ACNUR.

Las escuelas han cerrado en las regiones libanesas del sur y Bekaa, así como en el sur de Beirut. El Ministerio de Sanidad libanés ha ordenado a todos los hospitales del sur y el este que suspendan las intervenciones quirúrgicas no urgentes para dar prioridad a los heridos en los ataques.

El domingo, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, expresó su preocupación por la posibilidad de que Líbano se convirtiera en “una segunda Gaza”, reiterando advertencias similares que ya había hecho este año.

Desde el inicio de la situación en Gaza, los enfrentamientos a lo largo de la Línea Azul en el sur del Líbano han desplazado a más de 102.000 personas.

ACNUR ha expresado su indignación y tristeza ante el asesinato de dos miembros del equipo que trabaja en Líbano. Una de las trabajadoras era Dina Darwiche que llevaba 12 años trabajando en la oficina de ACNUR en Bekaa, al este de Líbano. El edificio donde residen Dina, su marido y sus dos hijos fue alcanzado por un misil israelí. Su marido y uno de sus hijos fueron rescatados y están siendo tratados en el hospital por sus graves heridas. Ayer se recuperaron trágicamente los cadáveres de Dina y su hijo menor. El segundo fallecido es Ali Basma, que trabajaba para una empresa de limpieza en la oficina de la agencia en Tiro, en la zona suroeste de Líbano.

ACNUR lleva desde 1964 prestando ayuda humanitaria en Líbano, dando protección y asistencia a cientos de miles de personas refugiadas y apátridas. Al principio la ayuda se enfocó más a los iraquíes, pero a partir del comienzo de la guerra de Siria en 2011, la situación cambió y miles de sirios y sirias cruzaron la frontera con Líbano. Desde el comienzo del conflicto en Gaza, los enfrentamientos a lo largo de la frontera sur de Líbano han desplazado a decenas de miles de personas, entre ellas refugiadas sirias.

Antes de esta reciente escalada, ACNUR está ampliando su ayuda respondiendo a las necesidades humanitarias de las personas desplazadas por la fuerza en todo el país, coordinando esfuerzos con las autoridades y otras organizaciones humanitarias. Según las autoridades libanesas, más de 27.000 personas se han desplazado en las últimas 48 horas.

Además, ACNUR está junto a sus socios en los pasos fronterizos, proporcionando alimentos, agua, mantas y colchonetas a los recién llegados. Además, los derivan a los servicios de apoyo disponibles una vez que lleguen a Siria, un país tremendamente castigado por el conflicto prolongado que viven desde 2011.

ACNUR ha expresado que la protección de los civiles es una necesidad, y reiteran el llamamiento del Secretario General a una desescalada urgente. También piden a todas las partes que protejan a los civiles, incluidos los trabajadores humanitarios, de acuerdo con las obligaciones que impone el derecho internacional humanitario.