Las lluvias torrenciales y persistentes en gran parte de la zona del Cuerno de África han provocado graves inundaciones afectando a miles de personas que se han visto obligadas a desplazarse. Según la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), estas inundaciones han afectado a 3,1 millones de personas y al menos 772.000 personas han sido desplazadas en Kenia, Somalia, Uganda, Burundi y Etiopía.
Estas lluvias torrenciales llegan tan solo unos meses después de la sequía más larga y extrema registrada en estos países que ahora también se ven afectados por estas inundaciones. Esto demuestra, una vez más, como la crisis climática afecta severamente a los países más vulnerables que sufren sus consecuencias en primera persona y sin medios para poder hacerles frente.
Se estima que más de 136.000 personas han sido desplazadas internamente hasta el 19 de noviembre. En los campos de refugiados de Dadaab, se estima que unas 27.000 personas se han visto afectadas, incluidos unos 2.000 miembros de la comunidad de acogida. Muchas buscan refugio en escuelas dentro de los campos o en comunidades cercanas. Algunas personas refugiadas han acogido a las nuevas desplazadas en sus hogares lo que está llevando al hacinamiento.
Los socios humanitarios están trabajando con el gobierno para responder a las inundaciones y, hasta ahora, han proporcionado ayuda alimentaria a unas 950.000 personas en los condados afectados. Por otro lado, la inundación de las carreteras está complicando el acceso a los servicios y está afectando al transporte de mujeres embarazadas a hospitales, entre otras.
Foto: © ACNUR/Mohamed Maalim
Según la OCHA, el número de personas desplazadas por las fuertes lluvias e inundaciones en el país casi se ha duplicado en una semana, pasando de 334.800 a 649.000 personas. Más de medio millón de personas más se han visto afectadas, con lo que el total asciende a 1,7 millones.
Los socios humanitarios, las autoridades y las comunidades locales han intensificado la ayuda a la población afectada. Al menos 743.000 personas han recibido asistencia vital desde octubre.
Se calcula que hay más de 760.000 personas afectadas, entre ellas unas 213.000 personas refugiadas en cinco asentamientos de la región somalí. Las autoridades estiman que hay más de 20 víctimas mortales. La escasez de agua potable limpia y segura, el complicado acceso a los servicios de salud dificulta mucho la situación y unas 1000 familias han perdido sus refugios.
En el sur del país más del 65 % de la tierra está cubierta por agua mientras que más de 1000 cabezas de ganado han muerto y muchas tierras de cultivo han sido destrozadas en la Región Somalí. Esto aumentará el riesgo de precariedad alimentaria que ya de por sí sufre la región.
Las personas afectadas por estas lluvias torrenciales tienen una serie de necesidades básicas e inmediatas como son alimentos, agua, refugios de emergencia, mantas, utensilios de cocina y artículos básicos de socorro, letrinas y servicios de higiene, entre otros. Por otro lado, todas aquellas familias que están en zonas propensas a las inundaciones necesitan ayuda urgente para trasladarse a terrenos más elevados y por tanto, más seguros.
ACNUR trabaja en estos países junto a sus socios para distribuir artículos de ayuda a la población recientemente desplazada. Además, hay que poner especial atención a las mujeres y las niñas afectadas que necesitan productos básicos de higiene femenina.
Foto: © ACNUR/Mohamed Maalim
Además, las familias reciben ayuda en efectivo para poder adquirir materiales de construcción locales y poder reparar o reforzar los refugios o bien cubrir otras necesidades urgentes. Por otro lado, se están entregando también sacos de arena para protegerles del agua en las zonas inundadas.
Las inundaciones están dificultando mucho el suministro de mercancías, incluido el combustible. De ahí que dos camiones ACNUR que transportaban combustible para las operaciones humanitarias en Dadaab se atascaron antes de poder llegar a su destino.
Desgraciadamente, se espera que el número de personas afectadas siga aumentando, ya que el pico de la estación de lluvias dura hasta diciembre. Por eso, necesitan ayuda urgente.
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