“El número de crisis en todo el mundo está superando los niveles de financiación de las operaciones humanitarias y los refugiados vulnerables afectados en operaciones críticas se están cayendo en el olvido”, afirma el Alto Comisionado para los Refugiados, António Guterres. “Es inaceptable que en el mundo actual de la abundancia, los refugiados sufran hambre crónica o que sus hijos tengan que dejar de ir a la escuela para ayudar a sus familias a sobrevivir”, añade, pidiendo que se replantee la financiación para las situaciones de desplazamiento en todo el mundo.
Los suministros se han reducido hasta un 50% para casi 450.000 refugiados en campos remotos y en asentamientos de la República Centroafricana, Chad y Sudán del Sur. Otros 338.000 refugiados en Liberia, Burkina Faso, Mozambique, Ghana, Mauritania y Uganda han visto sus raciones reducidas entre un 5 y un 43%. Además, se han producido una serie de reducciones en las raciones con carácter temporal en campos de refugiados de varios países, desde comienzos de 2013 y en 2014, entre ellos Uganda, Kenia, Etiopía, la República del Congo, la República Democrática del Congo y Camerún. En ocasiones, estas reducciones han sido provocadas por los problemas de inseguridad que afectan a la distribución de la ayuda humanitaria.
Un informe conjunto de ACNUR y el Programa Mundial de Alimentos afirma que los refugiados son algunas de las personas más vulnerables del mundo y advierte de que la reducción de sus raciones mínimas de alimentos puede tener un impacto devastador en estas poblaciones ya de por sí debilitadas. Muchos refugiados llegan a los países de exilio con una necesidad urgente de cuidados nutricionales de emergencia. Dado que carecen de medios para subsistir en muchos países de acogida, estas personas dependen totalmente de la asistencia humanitaria, a veces durante años, hasta que pueden volver a sus países o hasta que se encuentran soluciones para ellas.
Sin embargo, todos podemos contribuir a acabar con la situación de desnutrición y hambre a la que se ven sometidos muchos refugiados africanos. Con solo un euro al día durante una semana, se puede financiar el alimento medicamento de emergencia que puede salvar la vida de un niño y ayudarle a ganar un kilo.
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