“Los residentes locales exigen que los 60.000 refugiados que hay en los campamentos de Yusuf Batil y Gendrassa abandonen el lugar en un plazo de 2 meses. Las hostilidades se han extendido a los campamentos de Doro y Kaya” dijo la portavoz de ACNUR, Fatoumata Lejeune-Kaba, a los periodistas en Ginebra. “ACNUR está trabajando con las autoridades y con otras agencias humanitarias para diluir las tensiones”, agregó.
Lejeune-Kaba explicó que la competencia por recursos naturales como la madera, la hierba y los pastos, ha desencadenado una serie de incidentes que han obligado a 8.000 refugiados sudaneses a huir del campamento de Yusuf Batil.
Lejeune-Kaba indicó que “casas, refugios y graneros pertenecientes a los refugiados y a los habitantes del pueblo fueron incendiados durante los enfrentamientos. Aunque desde entonces los refugiados han vuelto al campamento, las tensiones persisten. Los residentes de Maban que viven cerca del campamento de Yusuf Batil han huido por temor a una nueva confrontación con los refugiados, quienes los sobrepasan en número”.
Desde que estalló el conflicto armado en Sudán del Sur entre el gobierno y las fuerzas rebeldes a mediados de diciembre, la inestabilidad y el conflicto en la región han interrumpido la siembra y la cosecha. Al mismo tiempo, la inseguridad en las rutas de transporte ha obstaculizado la entrega de alimentos y otros suministros humanitarios.
Durante la primera semana de marzo, los refugiados de los cuatro campamentos de Maban recibieron una ración para 10 días de legumbres y aceite. Las legumbres y el aceite cubren solo un 24 % de la energía diaria requerida de 2.100 calorías. La escasez ha dejado a los refugiados sin cereales y sal durante varias semanas.
Algunos materiales esenciales no alimentarios, incluyendo el combustible y los medicamentos, se están agotando. "Es necesario garantizar que lleguen suministros adecuados antes de la temporada de lluvias, de lo contrario todos los repartos tendrán que llevarse a cabo por vía aérea", subrayó Lejeune-Kaba. "Sin comida suficiente, el descontento ha crecido entre los refugiados. Algunos han amenazado con volver al estado sudanés de Nilo Azul, del cual huyeron a causa del conflicto armado en curso”.
El condado de Maban alberga a 125.000 refugiados sudaneses de Nilo Azul. Un tercio del total de la población de refugiados está compuesto por niños pequeños, mujeres embarazadas y en período de lactancia, personas mayores, con discapacidad y enfermedades crónicas. Todas ellas son personas particularmente vulnerables a la desnutrición.
Los gobiernos del Sudán del Sur y Etiopía han acordado permitir la entrada de suministros humanitarios a través del estado de Gambella, en Etiopía, lo que permitirá al Programa Mundial de Alimentos (PMA) enviar en los próximos días los productos alimenticios básicos necesarios a los desplazados internos y refugiados en Maban.
Ayuda a los refugiados