Con los 1.100 millones de dólares que se han recaudado hasta ahora, ACNUR y sus socios han podido dar respuesta a las necesidades de los refugiados en materia de alimentación, salud, educación y protección. Sin embargo, es tan sólo el 30% de la ayuda que hace falta, y si el resto de los fondos no llegan, los riesgos serían muy graves:
- Un aumento del número de mujeres y niños en situación de riesgo de ser víctimas de violencia, explotación y abuso;
- Reducción de las raciones de alimentos y aumento de las tasas de malnutrición aguda;
- Amenazas a la calidad de la educación formal y la descongestión de las escuelas abarrotadas, en las que 350.000 niños sirios están matriculados actualmente en la región;
- Limitación de los servicios de salud para los refugiados y las comunidades de acogida, especialmente para las mujeres que necesitan servicios de maternidad y parto seguros.
- Riesgo de que millones de niños y familias contraigan diarrea, fiebres tifoideas, polio y otras enfermedades contagiosas y transmitidas por el agua debido a la las malas condiciones de higiene y la falta de acceso continuado al agua potable.
Actualmente hay 2,9 millones de refugiados sirios registrados en la región, al tiempo que esta cifra sigue aumentando a un ritmo de 100.000 personas cada mes.
Ayuda a los refugiados