40 años de sequía y cuatro años consecutivos sin estación de lluvias han secado las fuentes de agua, han arrasado los cultivos y han provocado la muerte de ganado. La sequía es la cara más devastadora del cambio climático en esta región del planeta. Provoca pobreza y hambre. ACNUR estima que 18,4 millones de personas en el Cuerno de África se enfrentan hoy a una hambruna severa.
En la foto de portada, Ardo, madre de cuatro hijos, se sienta en su refugio de emergencia en el asentamiento de desplazados de Mara-gaajo, en la región Somalí de Etiopía. Ella, como la mayoría de quienes ahora viven allí, emprendió un viaje peligroso y agotador en busca de agua y pastos para el ganado.
Desde el pasado mes de mayo, alrededor de 286.000 personas de las regiones Somalí y Oromia de Etiopía, las más afectadas por la sequía en el Cuerno de África, han tenido que abandonar sus hogares y viven actualmente en asentamientos para desplazados internos.
Alrededor de 500 familias desplazadas internas viven en el asentamiento de Mara-gaajo, en la citada región de Etiopía. Cada día, luchan por salir adelante en medio de esta sequía sin precedentes.
En Etiopía, ACNUR y sus socios están apoyando al gobierno para reforzar la ayuda y cubrir las necesidades, que son cada vez mayores. La Agencia trabaja en planes para aumentar la preparación y la resiliencia de Etiopía frente a los desastres naturales, como las sequías y las inundaciones.
Obligados a huir por la sequía en el Cuerno de África
La escasez de agua, la falta de alimentos y el aumento de los precios como consecuencia de la guerra en Ucrania están causando estragos. Cientos de miles de personas se han visto forzadas a huir de sus hogares en busca de ayuda. La falta de financiación y el aumento de las necesidades humanitarias en todo el mundo están provocando recortes en las raciones de comida de la población desplazada.
La escasez de recursos también está generando tensiones y conflictos entre las comunidades. Se estima que unos 4.000 refugiados somalíes han llegado a Kenia, huyendo de la sequía y el conflicto.
Hasta la fecha, más de 800.000 personas en Somalia se han desplazado internamente y cerca de 16.000 han cruzado la frontera con Etiopía.
¿Por qué la sequía provoca desplazamiento forzado?

Medios de vida

Acceso a alimento

Tensión por los recursos
Abdullahi Gedi, un pastor de 55 años, cogió a su ganado y salió de su pueblo, Kabtinag, en la región de Somalia Oriental. Sin embargo, más de la mitad de los animales no sobrevivió a las duras condiciones del viaje. Solo unos pocos lograron llegar al asentamiento de desplazados internos de Babacada El-Bahay, en Jijiga, donde Abdullahi vive actualmente.
En la región de Somalia, ACNUR y sus socios humanitarios están apoyando a más de 2,4 millones de personas desplazadas, proporcionando alimentos y trabajando para suministrar agua potable a más de 859.000 personas que aún lo necesitan.
Las necesidades son enormes y la financiación es escasa. ACNUR solicita 42,6 millones de dólares para proporcionar ayuda humanitaria de emergencia y protección a unos 1,5 millones de refugiados, personas desplazadas internas y comunidades de acogida afectadas por la sequía en Etiopía, Kenia y Somalia.
Con esta financiación, ACNUR cubrirá las necesidades más básicas de los refugiados y desplazados internos hasta final de año, como agua, saneamiento, alimento, atención médica y protección, así como materiales de higiene personal para mujeres y niñas y servicios de protección contra la violencia de género.