En la actualidad, más de 730.000 personas han abandonado Sudán del Sur hacia los países vecinos, y más de 1,5 millones se han convertido en desplazadas dentro del país. Mientras tanto, esta joven nación continúa recibiendo refugiados de su vecino del norte, Sudán (unas 250.000 personas).
Sudán del Sur en guerra desde 2013
La violencia sectaria y la guerra civil en Sudán del Sur comenzaron a mediados de diciembre de 2013 y hasta ahora los esfuerzos políticos para solucionar el conflicto han fracasado. En las últimas semanas, una escalada de la violencia en los estados de Unity y del Alto Nilo ha obligado a decenas de miles de personas a huir de sus hogares hacia zonas de difícil acceso, dificultando la llegada de ayuda humanitaria.
El número de refugiados y desplazados internos sursudaneses no deja de crecer
Cada día llegan hasta Etiopía cerca de 180 refugiados sursudaneses a través de la frontera terrestre en la región de Gambella. Este país africano acoge a más de 275.000 sursudaneses, que se añaden a los más de 425.000 refugiados de otras nacionalidades que han buscado protección allí también. Para acoger a todas estas nuevas llegadas se está planificando ya la construcción de un sexto campo de refugiados en la zona.
Por su parte, Sudán ha recibido este año el mayor número de refugiados de Sudán del Sur, con más de 38.000 personas que entraron en el país sólo en el mes de junio. Estas cifras elevan el número total de refugiados provenientes del vecino del sur hasta los 188.000 actuales.
A pesar de estos números en continuo crecimiento, los países de acogida vecinos han mantenido sus fronteras abiertas para las víctimas de este largo conflicto. Casi el 90% de las nuevas llegadas a estos países son mujeres y niños.
Sudán del Sur necesita ayuda
Uno de los principales problemas para el desarrollo de los programas de asistencia para los refugiados en la región es la falta de financiación. ACNUR y otras agencias y ONG colaboradoras han pedido 810 millones de dólares para proteger y asistir a los 821.000 sursudaneses refugiados en Etiopía, Kenia, Sudán y Uganda. Hasta la fecha, este programa inter-agencial sólo ha logrado el 13% de los fondos necesarios (102 millones de dólares).
Mientras los refugiados siguen huyendo en masa del país, las agencias están dando prioridad a la asistencia vital, el cobijo y los servicios básicos. Sin embargo, los recursos continúan siendo insuficientes para proveer de raciones de comida y servicios sanitarios adecuados, para prevenir y tratar la malnutrición aguda, para facilitar agua potable y construir letrinas. Cerca del 60 % de los niños refugiados carecen de acceso a la educación primaria, y sólo el 15 % de los adolescentes pueden asistir a la escuela.
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