El compromiso de la Fundación Unicaja con la educación incluye, por tercer año consecutivo, a aquellos que más difícil tienen el acceso a la educación: los menores refugiados. A lo largo de 2018, la fundación apoyará un programa de ACNUR destinado a favorecer la escolarización secundaria de los niños y niñas refugiadas en Kenia, Uganda, Ruanda y Pakistán.
Según el último informe de ACNUR, sólo el 61 % de las niñas y niños refugiados acude a la escuela primaria, en contraste con la tasa global de niños escolarizados, 92%. Pero, además, a medida que las niñas y niños refugiados van creciendo, esta brecha se hace más profunda. Casi dos tercios de quienes van a la escuela primaria no se matriculan en la educación secundaria. A nivel de educación universitaria, la brecha se convierte en un abismo: la tasa global de matriculación está en el 37%, mientras apenas el 1% de los refugiados tienen oportunidad de acceder a estudios universitarios, un dato que no ha cambiado en los últimos tres años.
El programa apoyado por la Fundación Unicaja, y denominado “Mind the Gap”, está destinado precisamente a reducir esa brecha educativa que aparece después de la educación primaria de los niños refugiados. Se desarrollará de forma inicial en Kenia, Uganda, Ruanda y Pakistán, países que están entre los que mayor población refugiada acogen en el mundo, y posteriormente podrá extenderse a otros países. El programa utilizará enfoques innovadores (incluido el uso específico de la tecnología y el aprendizaje conectado) para permitir que los jóvenes puedan construir un futuro sostenible a través de la educación, y alentará especialmente la educación de las niñas.
La Fundación Unicaja, que durante dos años favoreció la escolarización primaria de los niños refugiados apoyando el proyecto “Educa a un Niño”, contribuirá por tanto a reducir esa brecha educativa. Además, la fundación apoyará actividades educativas y de sensibilización en Andalucía.