Cada año, la prestigiosa escuela de cocina de nuestro país Basque Culinary Center premia con 100.000€ al proyecto internacional que más ha ayudado a mejorar la sociedad a través de la gastronomía. Este año, por primera vez, una chef turca ha sido nominada por su labor de integración de las mujeres refugiadas sirias en Turquía.
Pocas cosas tienen mayor capacidad de integración que una mesa con buena comida. Consciente de ello, Ebru Baybara Demir se ha convertido en una de los 10 finalistas del Basque Culinary World Prize 2018 que se da a los chefs que mejoran la sociedad a través de la cocina. En sus iniciativas, Baybara Demir empodera a mujeres turcas y sirias mientras desmonta prejuicios a través del intercambio cultural.
Tras estudiar seis años cocina de Oriente Medio y de Anatolia tradicional para descubrir recetas originales y enseñárselas a futuras generaciones, Baybara se convirtió en emprendedora.
Lo que comenzó con un pequeño restaurante de cocina local, ha dado paso a iniciativas como las Amazon Queens que da empleo a día de hoy a más de 200 mujeres turcas y sirias, favoreciendo la integración de refugiadas.
Ahora, Baybara, chef instructora del proyecto, opta al galardón gastronómico de referencia internacional por mejorar la vida de mujeres turcas y sirias.
Hasta 2017, Baybara se convirtió en una de las educadoras del “Harran Gastronomy Project”, un proyecto de ACNUR en el que 160 personas, sobre todo mujeres sirias y turcas, fueron formadas y 108 de ellas contratadas para cocinar en los campos de refugiados y otras instalaciones.
Este proyecto financiado por ACNUR tiene como objetivo mejorar el acceso al trabajo de las mujeres turcas y sirias más vulnerables económicamente, formándolas en las artes culinarias.
"Me enorgullece ser la primera finalista turca de uno de los concursos de cocina más prestigiosos del mundo, el Basque Culinary World Prize, del Basque Culinary Center, el principal instituto de cocina, en el que se mezcla el talento y creatividad en la cocina con responsabilidad social para apoyar a la comunidad premiada. Lo que más feliz me hace es que las mujeres refugiadas, a quienes les cuesta entrar en contacto y cambiar sus vidas, tendrán la oportunidad de darse a conocer en el mundo e incluso tendrán la oportunidad de trabajar en la cocina gracias a su talento y esfuerzo"
Ebru Baybara Demir (Turquía), finalista del Basque Culinary World Prize.
La provincia de Mardin, en el sureste de Turquía que limita con Siria, es el escenario en el que Baybara ha decidido revitalizar la maltrecha agricultura de la zona protegiendo las técnicas tradicionales de cultivo y revitalizar la cocina local mientras combate el desempleo.
"Su cultura tiene riesgo de desaparecer porque los sirios no pueden encontrar una plataforma para transmitir la cultura que trajeron consigo. Queremos apoyar a ambas comunidades para que transmitan su riqueza cultural mezclándolas y ayudándolas a crear un trabajo con lo que mejor saben hacer, que es cocinar.”
En un país que acoge a más de 3,5 millones de refugiados, más que ningún otro lugar del mundo, la cultura gastronómica y la integración entre pueblos son de especial relevancia.
Si gana los 100.000 € de premio, los usará para crear una escuela de gastronomía local que impulse el empleo y de a conocer las culturas culinarias más allá de sus fronteras.
Aunque el ganador del Basque Culinary World Prize se dará a conocer el 18 de julio, la ceremonia de entrega no tendrá lugar hasta el mes de octubre en la ciudad española de San Sebastián.