Cada 11 de octubre se celebra el Día Internacional de la Niña con el objetivo de reconocer sus derechos y los problemas extraordinarios a los que se enfrentan.
Según el Informe de ACNUR Tendencias Globales de Desplazamiento 2018, en la actualidad hay 25,7 millones de mujeres y niñas refugiadas. La proporción de mujeres y niñas entre la población refugiada es del 48%.
Millones de niñas se convierten en refugiadas cada año a causa de la violencia, la guerra, los conflictos bélicos, la persecución o de la falta de derechos humanos.
Nacer niña conlleva una serie de desventajas en ámbitos como la salud, la educación o la participación política. En los países en conflicto, su situación es más delicada y necesitan una protección especial.
Las niñas refugiadas, por pertenecer al género femenino y por ser refugiadas, están expuestas muchos riesgos. En el Día Internacional de la Niña 2019, recordamos los peligros a los que se enfrentan:
Según la UNESCO, si todas las niñas completasen sus estudios de educación primaria, los matrimonios infantiles caerían un 14% en primaria. Si cursasen la secundaria, se reducirían en un 64%. La educación proporciona un lugar seguro a la niñez refugiada, reduce el trabajo y la explotación de la infancia, el número de matrimonios infantiles y los embarazos en la adolescencia. En el Día Internacional de la Niña recalcamos la importancia de la educación en el desarrollo y el crecimiento de las niñas refugiadas.
Otro informe, también de la UNESCO, asegura que la educación de las niñas refugiadas genera bienestar y prosperidad en su entorno familiar y en el de su comunidad. Su progreso es bueno para ellas y también para su entorno. Sin embargo, en secundaria hay una presencia de 7 niñas por cada 10 niños.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030 marcan el camino a seguir para lograr la igualdad de género. La meta fijada en el Objetivo número 5 de la Agenda para el Desarrollo Sostenible busca "lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas". Un mundo justo e inclusivo no contempla la discriminación por razón de género. Los gobiernos deben fomentar políticas y desarrollar programas que pongan el foco en la especial situación a la que se enfrentan las niñas en todo el mundo y en la importancia de protegerlas frente a la explotación sexual, la discriminación que sufre en ámbitos como la educación o la salud.
Según el Informe Anual 2018 del Fondo de Población de las Naciones, todos los días, decenas de miles de niñas son objeto de prácticas nocivas como la mutilación genital femenina y el matrimonio infantil.
La tasa de matrimonio infantil ha disminuido, pero queda mucho trabajo por hacer hasta alcanzar la meta para 2030. Erradicar la mutilación genital femenina es otra de los objetivos para 2030. Para ello, la tasa de reducción debe ser 13 veces mayor que la actual.
ACNUR, consciente de su vulnerabilidad, pone el foco en ellas y trabaja para ofrecerles la asistencia, el apoyo y la protección que necesitan. Planifica todas sus operaciones con un enfoque de género y se esfuerza por ofrecerles acceso a formación y capacitación para que puedan construir un futuro mejor para ellas y sus familias. ACNUR trabaja con la comunidad para generar conciencia de la necesidad de igualdad y participación activa de las mujeres en el funcionamiento de los campos de refugiados y la toma de decisiones.
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