La frontera entre México y Estados Unidos se ha convertido en un tema de especial controversia ante las políticas de gestión fronteriza de Donald Trump. Desde el mes de abril, más de 2.300 menores recién llegados al país fueron separados de sus padres, llevados a prisión hasta una resolución final sobre si pueden o no permanecer en el país.
Ahora, el presidente de los Estados Unidos da un paso atrás ante la crítica generalizada y firma una orden para acabar con la separación de padres e hijos.
Esta misma semana, ACNUR instaba a los Estados Unidos a priorizar la unidad familiar y el interés de los niños ante las nuevas políticas de gestión fronteriza entre México y Estados Unidos que entraron en vigor en el mes de abril.
El número de familias que huyen de la violencia, asesinatos, violaciones, secuestros y reclutamiento de menores por maras o pandillas criminales en Centroamérica se ha multiplicado en los últimos años. Estas familias buscan protección en países de toda la región, principalmente México y Estados Unidos.
Desde el mes de abril, la política de “tolerancia cero” ante las nuevas llegadas de inmigrantes desde México ha dejado a miles de niños separados de sus padres, viviendo en centros de detención.
Ante esta situación, ACNUR instaba a los gobiernos a trabajar juntos para abordar las causas que obligan a miles de familias a huir de la violencia en Centroamérica y a garantizar un refugio seguro para ellas. El Alto Comisionado aseguraba que hay otras formas de garantizar el control de las fronteras sin necesidad de separar a padres e hijos: “Hay formas efectivas de garantizar el orden y el control soberano de las fronteras sin someter a las familias al trauma psicológico de la separación entre padres e hijos.”
Esta misma semana, Donald Trump firmaba una orden ejecutiva para hacer que las nuevas familias que entren en el país permanezcan juntas tras el paso de la frontera de México a Estados Unidos.
En los últimos años, miles de niños han llegado solos hasta las fronteras de este país huyendo de la violencia desde México, Honduras, El Salvador y Guatemala. Según un estudio realizado por ACNUR en 2014, el 48% compartieron experiencias de cómo habían sido afectados por el incremento de la violencia en la región.
Tras cruzar la frontera, muchos de ellos necesitan la ayuda de organizaciones como ACNUR, que trabaja para darles un techo, comida, acceso médico y educación. Pero se necesitan más fondos para poder atender a los menores que cruzan solos las fronteras.
Con 15 € puedes dar comida y hospedaje a un niño que ha cruzado solo la frontera.
“ACNUR está preparado para apoyar a los Estados Unidos a implementar alternativas humanas y seguras”
Filippo Grandi, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.