Desde la árida meseta del Darfur hasta los relucientes escenarios de las charlas TED, Emi Mahmoud ha pasado por mucho sin olvidar nunca sus orígenes. Esta poetisa, considerada una de las mujeres más inspiradoras de nuestro tiempo es, desde hace apenas un mes, Embajadora de Buena Voluntad de ACNUR. ¡Descubre su historia!
Emi nació en Sudán a principios de los 90 donde creció en medio de tiroteos de aviones de un genocidio olvidado en la región de Darfur. Desde allí, siendo todavía una niña se convirtió en refugiada cuando su familia huyó y llegaron a Estados Unidos. Una vez allí, gracias a sus buenas notas, consiguió una beca Leonor Annenberg que le permitiría estudiar en la Universidad de Yale donde se licenció en Antropología y Biología molecular.
Pero su nueva vida no le hizo olvidar ni por un momento sus vivencias de la infancia ni a los miles de personas que, al igual que ella, habían tenido que escapar de sus casas para salvar sus vidas, lo que le llevaría a convertirse en ganadora del premio de poesía slam y en una de las mujeres más inspiradoras de nuestros tiempos.
Tras ganar varios concursos de poesía, Emi cerró el discurso de graduación de la Universidad de Yale, ha formado parte de múltiples discursos en la Casa Blanca que incluyen sesiones con el Presidente Obama y ha presentado distintos eventos de ACNUR y Naciones Unidas.
Entre sus trabajos más conocidos, algunos como Mama recuerdan sus vivencias de la infancia y otros muestran que en su poesía también hay espacio para los refugiados sirios como El niño en la arena, dedicado al pequeño Aylan Kurdi.
“A los refugiados se les dice constantemente que deben guardar silencio. Sí, cuesta ser oído con el rugido de los aviones de guerra o el ruido de una explosión más. Pero también cuesta ser oído con ese estribillo incesante según el cual los refugiados tienen menos derecho a existir (o ninguno) y las niñas refugiadas valen menos que nadie.
Tengo voz. Como antigua refugiada, poeta, graduada por la Universidad de Yale y ahora defensora de esta causa, se me ha concedido una plataforma para enfrentarme al silencio. La educación cambió toda mi vida y por eso es mi deber usar mi educación para ayudar a otros a llegar hasta el lugar en que hoy me encuentro. Muchas personas que han pasado por lo que yo pasé y por cosas peores no tienen este privilegio.
Cuando se les dice a las niñas refugiadas que ellas no necesitan o no quieren educación, quien lo dice son personas que no quieren que manifiesten su opinión, no quieren que enriquezcan sus vidas y crezcan como seres humanos fuertes y prósperos.
De nosotros depende usar nuestras voces, si tenemos una, y yo lo voy a hacer para pedir que todas las niñas refugiadas tengan acceso a las aulas y una voz propia, vivan donde vivan. Es su derecho como seres humanos.”
Aunque a lo largo de toda su vida Emi Mahmoud ha luchado por dar visibilidad a la causa de los refugiados, la poetisa sudanesa-estadounidense comenzó a trabajar con ACNUR en el año 2016.
Desde junio de 2018, Emitithal (Emi) Mahmoud, se convirtió en Embajadora de Buena Voluntad de ACNUR coincidiendo con la primera charla TED en un campo de refugiados, el de Kakuma.
Anteriormente, esta activista de los derechos humanos había viajado a primera línea de terreno para ver el trabajo de ACNUR en Jordania, donde visitó los campos de Zaatari y Azraq, y a algunos de los refugiados urbanos beneficiarios de la ayuda de ACNUR.
A esa experiencia le siguieron los viajes a Uganda, donde lideró sesiones de trabajo de poesía, y a la isla de Lesbos en Grecia, donde habló con refugiados sirios que habían sobrevivido al peligroso viaje del Mediterráneo.
Como antigua refugiada de Sudán, Emi utiliza su experiencia personal para compartir el impacto emocional de perder un hogar y tener que huir a la fuerza o la falta de derechos de mujeres y refugiados a través de sus palabras y su poesía.
Desde su actuación en la entrega de los Premios Nansen para los Refugiados, hasta el Foro Económico de Davos, Washington, el Foro de Mujeres para la Economía y la Sociedad en París, o las campañas para terminar con la apatridia en 2017 hasta la histórica entrega de firmas en la Asamblea General de las Naciones Unidas de Nueva York, Emi ha puesto su voz al servicio de los refugiados junto a ACNUR.
“Sé que se necesita hacer mucho más. Y estoy comprometida a hacer todo lo que pueda para ayudar a los refugiados mientras construyen mejores vidas para el futuro. He dedicado mi vida a dar voz a los que no tienen voz, y trabajar con ACNUR.”
Emi Mahmoud, Embajadora de Buena Voluntad de ACNUR.
“Emi ha compartido su trabajo con una pasión y un compromiso que han hecho llorar a la gente y ha recibido grandes ovaciones. Es una activista valiente y le damos la bienvenida como un nueva y emocionante colaboradora de la causa de los refugiados”.
Melissa Fleming, portavoz de ACNUR.