Resulta difícil saber dónde poner el foco en un mundo tan convulso como el que vivimos. Escuchamos noticias desoladoras que nos llegan de todas partes: guerra en Sudán, conflicto en Israel y Palestina, desplazamiento desde Karabaj hasta Armenia; pero también, terremotos en Afganistán y Marruecos, o inundaciones en Libia. Es imposible no pensar en las familias que han perdido a personas importantes para ellas: hijas, abuelos, madres, hermanos… Detrás de cada cifra hay miles de vidas afectadas.
Con tantas emergencias teniendo lugar en el mundo de manera simultánea, nos cuesta hablar únicamente de unas pocas en esta revista. Comenzamos con Sudán, pues la guerra en el país ha obligado a más de 6 millones de personas a huir en tan solo 6 meses. Pero no nos olvidamos de las familias que ahora se han de enfrentar a la llegada del invierno y sus gélidas temperaturas. Como tampoco de los miles de personas que se enfrentan a un futuro incierto tras los tan temidos desastres naturales. Ante tanto sufrimiento, nos quedamos en el lado de la ayuda. La razón de ser de ACNUR es esta: la tarea de proteger, asistir y encontrar soluciones para 110 millones de personas desplazadas en el mundo. Si te encuentras leyendo estas líneas, es que sigues aquí, con nosotros y con todos ellos. Espero que, ahora que acaba el año, decidas sumarte a nuestro deseo: construir un mundo mejor y estar en el lado de las buenas noticias. Porque, por cada noticia mala, queremos ser la buena; y en cada desastre, queremos ser la luz, la ayuda vital y el abrigo protector.
2023 ha sido uno de los años más convulsos en cuanto a desplazamiento humano a causa de los conflictos y los desastres naturales. Estas son las acciones que hemos llevado a cabo para ayudar a las personas más vulnerables del planeta.