El logo de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados lucirá en la camiseta del primer equipo masculino y femenino y el equipo Fundació Barça Genuine las próximas cuatro temporadas.
Los habitantes de la ciudad de Lugansk encuentran grandes dificultades para volver a una vida normal, según las últimas noticias de Ucrania que nos traslada William Spindler. Después...
Según la misión de la ONU en pro de la paz en la República Centroafricana, MINUSCA, los recientes enfrentamientos entre los paramilitares de los grupos ex seleka...
Ginebra, 7 de octubre de 2016 Juan Manuel Santos, ahora Premio Nobel de la Paz 2016, es el actual Presidente de Colombia desde 2010 como miembro del Partido Liberal Republicano. Su mayor logro, por...
Para que todos los niños puedan decir ¡Vuelvo al cole!, recaudamos fondos para el programa Educa a un niño gracias a empresas o fundaciones solidarias con programas de...
La educación es básica para que un niño refugiado recupere su infancia y sea una persona de provecho para sí misma y su comunidad. Consciente de ello,...
El lunes 19 de septiembre de 2016 fue un día para recordar. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas, Filippo Grandi, entregaba al Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, lo...
Después de que algunas zonas en el noreste de Nigeria fueran recuperadas del control de Boko Haram, el gobierno nigeriano comenzó a facilitar el regreso de cientos de personas...
En lo que va de año, más de 300.000 personas han alcanzado las costas del Mediterráneo. En septiembre de 2016 ya se han sobrepasado los 300.000 refugiados y migrantes que...
Volver a Empezar es el primer podcast del Comité Español de ACNUR, conducido y presentado por Molo Cebrián, creador de Entiende Tu Mente o Saliendo Del Círculo.
¿Te imaginas tener que abandonar tu país y empezar de cero para poder salvar tu vida? El protagonista de esta temporada tuvo que hacerlo: le llamaremos Juan. Por motivos de protección, prefiere no decir su nombre, ni de dónde viene, pero sí puede contarnos cómo ha logrado comenzar una nueva vida en un pequeño pueblo de la llamada España rural, ayudando a combatir el despoblamiento. Allí, donde muchos otros no quieren ir, Juan está construyendo un hogar seguro junto a su familia. Acompáñanos a conocer su historia en la séptima temporada del podcast del Comité español de ACNUR.
El cambio climático ha llegado para quedarse y marcar nuestro presente y nuestro futuro. Pero, ¿qué es exactamente? ¿Qué consecuencias tiene y cómo podemos luchar ante su avance? ¿Cómo afecta a las personas más vulnerables del planeta? En la temporada 6 de "Volver a empezar" resolvemos estas preguntas sobre el cambio climático hablando con expertos en el tema. Te esperamos.
Como no podía ser de otra manera, dedicamos la Temporada 5 de Volver a empezar a Ucrania. Queremos conocer de cerca cómo se vive en un país en guerra, cómo es huir de este conflicto y comenzar de cero en un lugar nuevo. Pero también vamos a mostrar qué labor está realizando Acnur en esta situación y cómo podemos ayudar cada uno de nosotros. Te esperamos.
Esta es la historia de una persona que gracias al boxeo tuvo una segunda oportunidad. No solo ella, sino también toda su familia.
Ella es Sadaf. Mujer, boxeadora, refugiada, valiente y luchadora. Nació en Afganistán, uno de los peores países del mundo para nacer mujer. Si quieres conocer su historia, ¡dale al play! y si te emociona tanto como a nosotros, comparte este podcast.
La tercera temporada de Volver a Empezar tiene nombre propio: Sergio Chekaloff. Una persona que ha pasado 74 años buscando el reconocimiento de una nacionalidad.
Su historia es la de millones de personas en todo el mundo que carecen de derechos políticos, jurídicos y sociales por el hecho de no ser considerados ciudadanos. Son apátridas.
En esta segunda temporada de Volver a Empezar conoceremos a Sergio, Gleici y Cristian. Ellos se vieron obligadas a abandonar sus países y que al llegar a España se toparon con una situación excepcional por la pandemia de COVID-19. A pesar de sus dificultades personales, y aún a riesgo de contagiarse, volvieron a armarse de valor para ayudar a quienes más lo necesitaban.
Befriending es la primera temporada de Volver a Empezar. En ella conoceremos la historia de tres mujeres valientes. Dos de ellas lo dejaron todo atrás en sus países para volver a empezar. Una vez en España, forjaron una amistad que les ha ayudado a salir adelante en el día a día.
Durante los últimos seis años ha ido aumentando el número de refugiados que llegan a Yemen así como de solicitantes de asilo e inmigrantes. El año pasado 107.500 personas hicieron el viaje. El porcentaje de llegadas hasta ahora en lo que llevamos de año supera en 33.634 personas a la cifra que se manejaba en el mismo periodo en 2012. Las autoridades yemeníes reconocen automáticamente como refugiados a los somalíes que llegan, mientras que ACNUR se ocupa de determinar la condición de refugiado de las personas de otras nacionalidades. Yemen es con frecuencia un punto de tránsito para los etíopes que viajan a los estados del Golfo y más allá, por lo que pocos de ellos solicitan asilo. El conflicto y la inestabilidad en Yemen han limitado la capacidad de las autoridades para abordar el problema de la trata, especialmente en la costa del Mar Rojo, donde los traficantes y contrabandistas yemeníes suelen esperar las llegadas desde el Cuerno de África. Los informes revelan que la gente que viaja en los barcos de traficantes es sometida a maltrato, abuso o tortura. Sin embargo, recientemente el gobierno ha sido más activo a la hora de actuar y localizar los escondites de los tratantes. La semana pasada, en la localidad de Hajjah, cerca de la frontera saudí, las autoridades yemeníes liberaron a más de 500 inmigrantes etíopes, entre ellos mujeres y niños, que estaban encerrados en viviendas controladas por redes de trata de personas. Muchos de los africanos liberados mostraban signos de tortura y abuso. Aunque las autoridades llevan desde 2012 realizando operaciones similares, los incidentes de explotación, violencia y abuso sexual perpetrados contra refugiados, solicitantes de asilo e inmigrantes están aumentando en la región. Muchos de los recién llegados son secuestrados o abandonados en la costa. Recorren el camino normalmente a pie hasta el distrito de Haradh, en el norte, donde a menudo se dan cuenta de que no podrán continuar hasta Arabia Saudí. Muchos tienen hambre y son vulnerables. Yemen es una histórica zona de tránsito para los inmigrantes y se caracteriza en la región por su hospitalidad con los refugiados. El país acoge a más de 242.000 refugiados, de los cuales 231.064 son de origen somalí. Del total del número de los que han llegado durante este año (30.000), 7.518 personas lo hicieron en enero, 10.145 en febrero y 1.806 en marzo. ACNUR sigue registrando las llegadas de abril.
El informe, que abarca el primer trimestre del año en Irak, Jordania y el Líbano, indica que los refugiados necesitan atención médica tanto para problemas comunes como para los relacionados con el conflicto. Éstos incluyen heridas, trastornos psicológicos y enfermedades contagiosas (problemas respiratorios, diarreas, infecciones oculares y dermatológicas), que son habituales en otros asentamientos de refugiados en todo el mundo. Además, se han detectado necesidades en relación a otras enfermedades que implican un mayor coste y tratamiento a largo plazo, como es el caso de enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión o los problemas cardiovasculares, así como cuidados médicos que requieren una derivación para diagnóstico y tratamiento en países con más capacidad económica. Con más de un millón de refugiados sirios en estos tres países, y más de 1,4 millones en toda la región hasta ahora, los problemas del sistema sanitario son dos principalmente: el creciente reto de ofrecer, dada la escasa financiación de la operación, acceso a un sistema sanitario de calidad para los refugiados sirios, especialmente para las personas que viven fuera de los campos. Y en segundo lugar, el creciente número de personas que necesitan atención médica que está poniendo al límite los servicios de salud existentes en los países afectados. Ambos asuntos preocupan mucho al ACNUR. Junto con nuestros socios seguimos ofreciendo atención médica a los refugiados en los campos de Jordania e Irak. Pero para los refugiados que viven fuera de los campos, a menudo en asentamientos urbanos, la situación es más difícil. En Jordania e Irak, los costes de la atención sanitaria para los refugiados sirios fuera de los campos los están cubriendo entre el gobierno, ACNUR y otras organizaciones. Pero ofrecer tratamientos caros como diálisis, cirugía ortopédica o tratamiento para el cáncer se está haciendo cada vez más difícil. En el Líbano, donde hay un sistema sanitario privatizado y la norma es repartir los costes, la escasez de fondos implica que tanto ACNUR como sus socios de otras agencias se ven obligados a reducir su apoyo en atención primaria y en otros servicios sanitarios más caros. En términos de la situación sanitaria general de los refugiados sirios, el informe de ACNUR muestra un panorama mixto. No se han detectado altas tasas de mortalidad o malnutrición aguda entre los refugiados sirios. Por ejemplo la mortalidad en el campo de Za’atri, en Jordania, es del 0,1% por 1.000 personas al mes, mientras que la tasa global de malnutrición entre niños menores de 5 años es de menos del 5,8%. Ninguna de estas dos tasas se sale de lo habitual en la región, al contrario que en otras emergencias humanitarias en otras zonas del mundo. Sin embargo, los servicios preventivos, el tratamiento de enfermedades crónicas y los cuidados médicos más caros no se ofrecen a un precio que pueda ser asumible por los refugiados, a pesar del apoyo con el que cuentan por parte del gobierno y las agencias humanitarias. Entre las personas que se someten a consulta por problemas psicológicos, habitualmente trastornos de ansiedad y estrés postraumático, se detectó en el campo de Za’atri una tasa del 21,6% y del 8,5% respectivamente. En el Líbano se producen cada semana unas 400 consultas por problemas psicológicos. Los brotes de enfermedades como el sarampión, la hepatitis A y la leishmaniasis han sido pocos hasta ahora y los sistemas de control sanitario los han podido detectar. El informe se basa principalmente en la información de los campos ya establecidos, y en los datos de Líbano, y revela, entre otras cosas, que se necesita trabajar más para mejorar la recopilación de datos, especialmente sobre la situación fuera de los campos. ACNUR y sus socios ya han comenzado a trabajar en ello.
Cuando llegaron a Sudán del Sur, se dirigieron al asentamiento de refugiados de Yida, que se creó en 2011 por parte de las personas que huían de la violencia en Sudán. En aquel recinto lleno de menores no acompañados encontraron un refugio. Esto ocurrió hace un año. El mes pasado, Hiba y otras niñas volvieron a verse obligadas a huir para salvar sus vidas tras un tiroteo en Yida, que acabó con la vida de un policía. La causa del tiroteo aún no está clara y, aunque la vida ha vuelto a la normalidad en el asentamiento, el incidente provocó que las 60 niñas que aún seguían en el recinto buscaran seguridad. “Durante el tiroteo, un hombre, creo que policía, nos dijo que nos tumbáramos y nos pusiéramos a cubierto,” recordaba Hiba. “En cuanto se acabaron los disparos, todas las chicas corrieron en distintas direcciones para tratar de encontrar una familia que pudiera ayudarlas”. Hiba se encontró en un refugio para familias que también habían huido. Pasó allí la noche, sola en su refugio. Al día siguiente la familia volvió y se ofreció a acogerla. “Según nuestra cultura, si un miembro de la tribu lo necesita tenemos que ayudarle,” dijo Um Juma Hamid, que está cuidando a 5 hijos suyos y a otro que no lo es. ACNUR, que ha estado asistiendo a las niñas en sus recintos contratando a mujeres que pudieran cuidarlas, proporcionándoles asistencia, organizando el reparto de alimentos y mejorando la seguridad de las instalaciones, trabaja ahora acompañando a las niñas que huyeron para reunirlas con sus familias o encontrarles un lugar en una familia de acogida. Carolyn Akello, de ACNUR, señaló que la mayoría de las familias de acogida e incluso los parientes de las niñas carecen de los medios para cuidar a más menores. “Estamos trabajando para identificar las necesidades de las niñas y de las familias de acogida y para aligerar la carga de esas familias” dijo. De los más de 70.000 refugiados que viven en el asentamiento de Yida, se estima que 1.750 son menores no acompañados. ACNUR busca proteger a todos estos menores reuniéndolos con sus familiares, ya sean cercanos o no, o buscándoles una familia de acogida. Por Tim Irwin en Yida, Sudán del Sur.