Durante los últimos seis años ha ido aumentando el número de refugiados que llegan a Yemen así como de solicitantes de asilo e inmigrantes. El año pasado 107.500 personas hicieron el viaje. El porcentaje de llegadas hasta ahora en lo que llevamos de año supera en 33.634 personas a la cifra que se manejaba en el mismo periodo en 2012.
Las autoridades yemeníes reconocen automáticamente como refugiados a los somalíes que llegan, mientras que ACNUR se ocupa de determinar la condición de refugiado de las personas de otras nacionalidades. Yemen es con frecuencia un punto de tránsito para los etíopes que viajan a los estados del Golfo y más allá, por lo que pocos de ellos solicitan asilo.
El conflicto y la inestabilidad en Yemen han limitado la capacidad de las autoridades para abordar el problema de la trata, especialmente en la costa del Mar Rojo, donde los traficantes y contrabandistas yemeníes suelen esperar las llegadas desde el Cuerno de África. Los informes revelan que la gente que viaja en los barcos de traficantes es sometida a maltrato, abuso o tortura.
Sin embargo, recientemente el gobierno ha sido más activo a la hora de actuar y localizar los escondites de los tratantes. La semana pasada, en la localidad de Hajjah, cerca de la frontera saudí, las autoridades yemeníes liberaron a más de 500 inmigrantes etíopes, entre ellos mujeres y niños, que estaban encerrados en viviendas controladas por redes de trata de personas. Muchos de los africanos liberados mostraban signos de tortura y abuso. Aunque las autoridades llevan desde 2012 realizando operaciones similares, los incidentes de explotación, violencia y abuso sexual perpetrados contra refugiados, solicitantes de asilo e inmigrantes están aumentando en la región.
Muchos de los recién llegados son secuestrados o abandonados en la costa. Recorren el camino normalmente a pie hasta el distrito de Haradh, en el norte, donde a menudo se dan cuenta de que no podrán continuar hasta Arabia Saudí. Muchos tienen hambre y son vulnerables.
Yemen es una histórica zona de tránsito para los inmigrantes y se caracteriza en la región por su hospitalidad con los refugiados. El país acoge a más de 242.000 refugiados, de los cuales 231.064 son de origen somalí.
Del total del número de los que han llegado durante este año (30.000), 7.518 personas lo hicieron en enero, 10.145 en febrero y 1.806 en marzo. ACNUR sigue registrando las llegadas de abril.