Día Internacional para la Tolerancia: la educación como arma contra la intolerancia Día Internacional para la Tolerancia: la educación como arma contra la intolerancia
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Día Internacional para la Tolerancia: la educación como arma contra la intolerancia

16 de noviembre, 2023

Tiempo de lectura: 3 minutos

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Cada 16 de noviembre, la comunidad internacional celebra el Día Internacional para la Tolerancia. En fechas tan importantes como esta, las Naciones Unidas muestran su compromiso a fortalecer la tolerancia mediante la comprensión mutua entre las culturas y los pueblos.

Este propósito que está presente tanto en la Carta de las Naciones Unidas como en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, es más necesario que nunca en los tiempos que estamos viviendo. Un contexto en el que el extremismo está en aumento, al igual que el desprecio por las vidas humanas y los conflictos violentos parecen estar cada vez más extendidos a nivel mundial.

Contexto histórico

La Asamblea General de las Naciones Unidas por iniciativa de la UNESCO proclamó 1995 como el Año de las Naciones Unidas para la Tolerancia. Esto dio lugar a que la Asamblea General de la ONU (en su resolución 51/95) invitara a los Estados Miembros a celebrar el Día Internacional de la Tolerancia el 16 de noviembre y a conmemorarlo con actividades dirigidas a centros de enseñanza y a público en general.

Y fue 1995 el Año de las Naciones Unidas para la Tolerancia cuando se estableció el Premio UNESCO-Madanjeet Singh de Fomento de la Tolerancia y la no Violencia. Ese mismo año también se celebraba el 125 aniversario de Mahatma Gandhi. Este galardón que, se otorga cada dos años el 16 de noviembre, reconoce la labor de personas, instituciones no gubernamentales y organizaciones que son líderes en promover la tolerancia y la no violencia con sus contribuciones.

La tolerancia, un derecho humano

La Carta fundacional de Naciones Unidas expresa uno de sus propósitos: “lograr la cooperación internacional en la solución de problemas de carácter económico, social, cultural o humanitario y en el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinciones por motivos de raza, sexo, idioma o religión, y teniendo presentes la Declaración Universal de Derechos Humanos”.

Anteriormente, en 1995, la UNESCO había adoptado la Declaración de Principios sobre la Tolerancia donde se reconoce que la tolerancia forma parte de los derechos humanos universales, las libertades fundamentales de los demás y la diversidad de los pueblos. Esta Declaración no solo hace referencia que sea un deber moral sino un requerimiento político y legal para los individuos, grupos y estados. La tolerancia está dentro del derecho internacional y, por tanto, se pide a los estados que legislen para proteger la igualdad de oportunidades de todos.

¿Cómo combatir la intolerancia?

Algunas de las formas comunes de intolerancia son la violencia, la discriminación, la injustica y la marginalización. Un elemento imprescindible para luchar contra la intolerancia es la educación que ayuda a los jóvenes a desarrollar un comportamiento ético y de respeto a la diversidad de religiones, etnias, culturas y lenguas.

La lucha contra la intolerancia, según Naciones Unidas, exige o requiere una serie de parámetros:

  • Marco legal: los gobiernos son los que deben aplicar las leyes sobre derechos humanos, prohibir crímenes y discriminaciones contra minorías y garantizar igualdad ante la justicia.
  • Educación: enseñar la tolerancia y los derechos humanos desde niños es clave para que no se conviertan en adultos intolerantes. Y es que la intolerancia nace, en gran medida, de la ignorancia y del miedo a lo diferente.
  • Acceso a la información: la intolerancia se vuelve aún más peligrosa cuando se utiliza con fines políticos o territoriales por lo que manipular hechos, estadísticas y mentir a la opinión pública es muy peligroso. Es esencial promover leyes que protejan el derecho a la información y a la libertad de prensa.
  • Conciencia individual: la intolerancia de la sociedad es la suma de todas las individuales, por lo que para poder luchar contra la intolerancia es clave tomar conciencia individual, examinarnos a nosotros mismos y nuestro entorno.
  • Soluciones locales: aunque los problemas sean globales las soluciones pueden ser locales. Individualmente podemos formar parte de la solución al confrontar un problema desde la solidaridad, la no violencia y la tolerancia.
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