Enseñar a los más pequeños la importancia de luchar por una causa es más fácil de lo que pensamos, sobre todo si usamos recursos útiles...
Enseñar a los más pequeños la importancia de luchar por una causa es más fácil de lo que pensamos, sobre todo si usamos recursos útiles como libros o ilustraciones. En el post de hoy queremos hablar de un libro de ilustraciones inspirado en Yo soy Malala, la obra de esta activista pakistaní que ha cambiado la forma de ver las cosas en su país.
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Adila es una niña como otra cualquiera, que acude todos los días a la escuela con muchas ganas de aprender. Sin embargo, al contrario de lo que ocurre en las sociedades occidentales, la pequeña teme que sus padres no le permitan seguir con sus estudios, ya que ha aprendido a leer. Su maestra, que sabe de su potencial, decide ir a visitar a sus padres, pero traza un plan para que no rechacen su discurso desde el principio.
Así, no les cuenta la historia de Adila, sino la de Malala Yousafzai, galardonada con el Premio Nobel de la Paz a los 15 años por su labor activista en defensa de los derechos civiles de las mujeres en Pakistán. De ese modo, los padres entenderán el mensaje que quiere transmitirles y su hija podrá disfrutar de sus derechos y continuar con sus estudios.
En una sociedad como la nuestra, nos parece impensable que unos padres impidan a sus hijos adquirir los conocimientos necesarios para desarrollarse como seres humanos con conciencia y pensamiento propio, pero no ocurre así en todo el mundo. En sociedades empobrecidas como la pakistaní, los derechos de los niños no están garantizados, y desde muy pequeños tienen que trabajar o ayudar a los adultos.
Si además se trata de una niña, los problemas se intensifican, ya que el rol de la mujer dista mucho del que tiene la mujer occidental. Así, las niñas suelen quedarse en casa para realizar las labores del hogar y no tienen derecho a una educación digna. Luchar por los derechos de los niños comienza con una concienciación en este ámbito; por eso este libro ilustrado no solo enseñará a los más pequeños a entender la importancia de contar con una educación de calidad, sino que aprenderán que hay niños como ellos que no pueden ir al colegio y este es uno de sus sueños.
Además, no solo sirve para enseñar estos valores a los niños, sino también a los mayores. En este libro de ilustraciones entenderemos que los derechos de los niños, como la educación, la sanidad o una vivienda digna, no se respetan en todos los países y que es necesario que entre todos pensemos en la repercusión que esto puede tener en sus vidas y tratemos de ayudar a su desarrollo.
En definitiva, Yo soy Adila puede haceros pasar un buen rato en familia mientras pensáis y reflexionáis sobre la situación de miles de niños de todo el mundo y las implicaciones que tiene respetar sus derechos para construir una sociedad mejor.
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