Refugiados en Chile: experiencias de solidaridad y resiliencia

La cocina es uno de los aspectos más importantes del patrimonio cultural de cualquier pueblo. Y cuando se usa para ayudar a las familias más vulnerables tiene una carga simbólica muy fuerte, porque hay mucha gente en el mundo que pasa hambre. Con la iniciativa Mi Mesa es tu Mesa, los refugiados en Chile consiguieron que varias comunidades se reúnan para distribuir comida caliente a la población que más lo necesita.

Reconocidos chefs crearon platos como mujadara con mote, ensalada de porotos negros o papas chilotas huateadas con huancaína y publicaron las recetas en un libro que recopila lo mejor de la cocina típica chilena pero con la incorporación de sabores e ingredientes de otras nacionalidades que viven en Chile. De esta manera, se reivindica el mestizaje y el cruce de culturas, aprovechando las presentaciones del libro para repartir más de 4.500 almuerzos gratuitos a personas vulnerables a través de comedores.

Hay otra experiencia relacionada con la cocina que ACNUR ha decidido apoyar con equipamiento, asesoría y financiamiento. Se trata del proyecto Santiago Cocina, a través del cual 34 emprendedores de Santiago de Chile han sido apoyados para sacar adelante sus iniciativas de comida envasada.

Los beneficios que recibieron estas personas fueron muchos: acceso libre y gratuito a una cocina profesional para poder cocinar, envasar y comercializar alimentos, asesorías periódicas con nutricionistas, acompañamiento de técnicos profesionales para insertar los productos en el mercado y apoyo adicional en efectivo para la compra de materiales e insumos.

Hay muchas más experiencias similares encabezadas por refugiados en Chile y refugiados en Latinoamérica. Todas apuntan a fortalecer los lazos de solidaridad entre la población más vulnerable y que más ayuda necesita.

Refugiados en Chile y el acceso a la salud

ACNUR se ha unido a la Cruz Roja chilena en un programa destinado a garantizar el acceso de los refugiados en Chile y a la población migrante a medicamentos y atención médica. Hasta el momento, este proyecto ha posibilitado alrededor de 2.360 atenciones médicas, con el complemento de Programa de Transferencia Monetaria (PTM), financiado por ACNUR y la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR), con la idea de que las personas interesadas puedan acceder con facilidad a realizarse los exámenes médicos que necesiten y comprar medicamentos.

“El acceso oportuno y eficiente a la salud es un derecho de todas las personas refugiadas y migrantes, cuyo acceso además facilita enormemente otras dimensiones de la integración local. Por ejemplo, a medida que las personas cuentan con buena salud, tienen también más posibilidad de aumentar sus medios de vida a través de la obtención de un empleo o el emprendimiento. En el caso de la niñez, de insertarse correctamente en el ámbito escolar”, dice Francisca Gomez, Oficial Asistente de Desarrollo de ACNUR.

Ciudades solidarias con las personas refugiadas en Chile

Con el objetivo de reforzar la labor de protección e integración de las personas refugiadas y migrantes en diferentes municipios de Chile, ACNUR promueve la campaña Ciudades solidarias. Hasta el momento son diez las localidades que se han sumado a la iniciativa.

“Peñalolén siempre se ha portado a la altura, acompañándome tanto en crecimiento personal como profesional”, afirma Rosa, una refugiada venezolana que vive en esta comuna que ha sido la décima en sumarse al proyecto.

Con Ciudades solidarias, ACNUR busca formar redes de municipalidades para articular con mayor fluidez las tareas de cooperación e intercambio de buenas prácticas, de manera tal que las personas refugiadas y migrantes tengan una adecuada protección y acogida. Arica, Estación Central, Santiago, Ñuñoa, La Pintana, Recoleta, Valparaíso, Concepción y Talcahuano son las otras ciudades que también forma parte del proyecto.