Refugiados sirios en Alemania: ¿cómo se han integrado?

Durante el verano del año 2015, alrededor de 890.000 personas que procedían de países como Siria, Irak o Afganistán llegaron a Alemania en busca de un lugar seguro en el que comenzar una nueva vida. La integración de los refugiados requiere un gran esfuerzo y respeto por ser personas que lo han perdido todo y se sienten desorientadas.

Además, entre los refugiados se encontraron un gran número de jóvenes menores de edad que habían recorrido el duro camino por los Balcanes o a través del Mediterráneo solos.

La llegada de refugiados planteó un reto no solo en cuanto a la ayuda que había que prestarles, sino también en cuanto a encontrar formas de integrarlos en la vida alemana.

Las formas de integrar a los refugiados sirios en Alemania

Una de las primeras cosas que tienen que hacer los refugiados sirios en Alemania es aprender alemán. En ese sentido, se les facilita el acceso a cursos para que aprendan alemán y se puedan integrar en la vida y en el mercado laboral alemán. Algunos alemanes ofrecen su ayuda trabajando como profesores de alemán para los refugiados.

Pero además de estas iniciativas existen otras como la de “Social Impact”, destinada a mejorar la integración de los refugiados a través de la cocina. Se trata de una excelente herramienta para dar a conocer una parte de la cultura del país de origen y de Alemania.

“Encuentra un amigo” es otra iniciativa que permite que refugiados como Fahed encuentren piso y trabajo. Se trata de poner en contacto a refugiados con alemanes, de forma que tengan a un amigo con quien salir y quedar y a quien poder consultar a la hora de buscar un piso o acceder al mercado laboral.

Historias reales de refugiados sirios en Alemania

Kinan y los Jellinek

Kinan es un refugiado sirio que tiene 28 años y huyó de su país para evitar tener que hacer el servicio militar y luchar contra su propia gente. Los Jellinek son una familia judía que vive en Berlín y que cada viernes celebra el sabbat con Kinan, que vive con ellos.

Los Jellinek tienen claro que la integración no es un trabajo en un solo sentido que tenga que hacer el refugiado para integrarse, sino que también los que reciben a los refugiados deben hacer un gran esfuerzo para ayudar y apoyar en todo lo necesario.

La familia Buisset y Ahmed y Nourhan

Durante el verano de 2015 miles de refugiados llegaron a Berlin, y muchos alemanes como la familia Buisset se volcaron para ayudarles. En ese momento los Buisset tenían un apartamento que querían alquiler y decidieron acoger a una familia siria.

Ahmed y Nourhan huyeron de una pequeña ciudad situada en los altos del Golán en Siria y, aunque cuando llegaron a Alemania sintieron cierta desconfianza hacia los Buisset, ahora se cuidan unos a otros y han logrado romper las barreras del idioma, la religión y la cultura.