Regina Spektor: de niña exiliada a cantante de éxito

Nació en Moscú en el año 1980, momento en el que aún existía la Unión Soviética pero ya se sentían los síntomas más profundos del agotamiento del régimen. Y 9 años después, en plena Perestroika, Regina Spektor y su familia abandonaban el país rumbo a Estados Unidos, convirtiéndose en refugiados. Entre todos los motivos del exilio, había uno principal y profundamente grave: el creciente sentimiento antisemita en el seno de un sector importante de la sociedad rusa de aquellos años.

Pero antes de la partida, la madre de Regina, quien trabajaba como profesora de música en Moscú, y su padre como violinista aficionado, fueron introduciendo a su hija en el rubro y a los 7 años la niña comenzó a tomar clases de piano en Rusia. Pero el exilio obligó a abandonarlos y pudo continuar años después en su nuevo país de residencia. 

“He estado rodeada de música desde antes de nacer, en el vientre de mi madre escuchaba música mientras ella impartía sus clases. Dice que cuando yo era un bebé, era increíble ver mi reacción cuando ponía un vinilo de Bach. Era lo único que me calmaba. Si lo paraba, rompía a llorar”, declaró en 2012. En su casa también se escuchaban Mozart, Chopin, Rajmáninov y otros géneros musicales: The Beatles, Queen, The Moody Blues y Édith Piaf.

La familia de Regina Spektor se instaló en el barrio del Bronx de la ciudad de Nueva York en 1989. Todos fueron admitidos en Estados Unidos en calidad de refugiados y acogidos a través de la Hebrew Immigrant Aid Society (HIAS). Regina creció y llegó a la adolescencia aprendiendo poco a poco el inglés y descubriendo nuevos estilos musicales, sobre todo pop y jazz. A los 21 años descubrió a Radiohead, a los 22 a Tom Waits. Y enseguida empezó a dedicarse de lleno a su música y a cultivar un estilo propio en el que se nota su formación clásica con una mezcla de rock, punk, pop y jazz en discos como “Songs”, “Soviet kitsch” o “Remember us to life”. También ha participado en bandas sonoras de películas, como la segunda entrega de “Las crónicas de Narnia” o “(500) Days of summer” y en 2014 recibió por primera vez una nominación a los Premios Grammy por “You’ve got time”, la canción de apertura de la serie de televisión “Orange is the new black”.

Regina Spektor ha pasado de tocar ante pequeñas audiencias a llenar sitios como el Sidewalk Café, uno de los centros neurálgicos de la música en Manhattan, y otros lugares emblemáticos del Lower East Side neoyorquino o el Irving Plaza de Nueva York o el Shepherd’s Bush Empire de Londres.

El compromiso de Regina Spektor

La cantante y compositora nunca se olvidó de su origen ni de su exilio y, cada vez que puede, colabora con diferentes organizaciones humanitarias y colectivos que sufren discriminación de diverso tipo. Siempre ha mostrado un apoyo incondicional hacia los derechos del colectivo LGTB mundial y, en 2010, participó en diferentes conciertos e iniciativas para recaudar fondos para la asociación internacional Médicos sin fronteras.

Recientemente, Regina Spektor se manifestó sobre el conflicto armado entre Rusia y Ucrania. “Hoy me duele el corazón porque no importa cuántas grandes obras de arte y música (Guernica…. Masters Of War… La mayoría de Okudzhava y Vysotsky… Vonnegut… Remarque… todas esas películas en todos esos idiomas…) retratan los horrores de la guerra, nuevos Maestros de la Guerra parecen surgir de nuevo en todas las naciones… Enviando nuevos niños a masacrarse unos a otros”, escribió en su cuenta de Instagram.