Crisis en Colombia Crisis en Colombia

Crisis en Colombia

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Tu donativo ayudará a las personas desplazadas y refugiadas en Colombia

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Colombia lleva años sufriendo la violencia entre grupos armados que tiene como consecuencia, entre otras muchas, desplazamientos de población. Solo en lo que va de año, más de 65.000 personas han sido forzadas a huir de sus hogares, siendo el mayor desplazamiento masivo registrado en la historia reciente del país. A medida que los grupos armados no estatales refuerzan su control territorial, 25.113 personas permanecen confinadas, sin acceso a bienes esenciales, asistencia sanitaria y ayuda humanitaria.

El conflicto armado, el desplazamiento forzado y los recortes de financiación han dejado a millones de personas, especialmente mujeres, niños y comunidades indígenas, sin protección, albergue ni acceso a servicios básicos.

Colombia acoge cerca de 11 millones de personas desplazadas, entre ellas 7 millones de desplazados internos, 3 millones de venezolanos y 500.000 colombianos retornados. A pesar de su generosidad al acoger a quienes huían de la violencia en otros países, hoy es Colombia la que necesita apoyo.

Foto: © ACNUR.

¿Qué está pasando en Colombia?

Colombia lleva décadas enfrentándose a un complejo contexto humanitario debido a múltiples conflictos armados. A enero de 2025, se registraban ocho conflictos activos que generan emergencias humanitarias. A mediados de 2024, casi 7 millones de personas estaban desplazadas internamente, todas reconocidas por el Gobierno como elegibles para asistencia y reparaciones.

Desde la firma del Acuerdo de Paz en 2016 hasta agosto de 2024, ha habido más de 1,4 millones de nuevos desplazamientos internos, con un promedio anual de 180,000 nuevos desplazados. En 2023, más de 278,000 personas fueron desplazadas, y en el primer semestre de 2024, otras 95,000 se vieron afectadas por violencia, desplazamientos masivos y confinamientos.

La iniciativa gubernamental “Paz Total” del Gobierno, enfrenta dificultades tras la suspensión en septiembre de 2024 de las conversaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), tras un ataque a una base militar en Arauca. La población vive diariamente bajo control de actores armados ilegales, enfrentando amenazas, asesinatos selectivos de defensores de derechos humanos, masacres, reclutamiento de menores, violencia de género y uso de minas antipersona. Las comunidades indígenas y afrocolombianas son especialmente vulnerables.

Entre 2023 y 2025, Colombia continúa enfrentando una grave crisis de desplazamiento forzado, con un aumento del 18 % en las solicitudes de asilo de sus ciudadanos, que alcanzaron 116,800 a mediados de 2024. Países vecinos como Venezuela y Perú albergan a miles de colombianos desplazados y apátridas, mientras que en el Cono Sur (Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay) y Brasil también se registra una presencia significativa de refugiados colombianos que enfrentan vulnerabilidades como el riesgo de desalojo y pobreza. Estas circunstancias evidencian las dificultades para la protección y el retorno seguro de esta población.

Vídeos

Tu donación hoy puede ayudar a:

ACNUR tiene presencia en Colombia desde 1997, debido a la necesidad urgente de abordar la creciente crisis de desplazamiento interno y la entrada de refugiados al país. Desde su llegada, ACNUR ha estado comprometido con la protección y la asistencia a personas desplazadas internas, refugiadas y solicitantes de asilo en Colombia.

ACNUR trabaja junto al Gobierno de Colombia para apoyar soluciones duraderas, enfocándose en la regularización de asentamientos, restitución de tierras y marcos legales para el retorno e integración de las personas desplazadas internamente. También promueve el empoderamiento comunitario y busca soluciones duraderas para las personas forzadas a huir.

Para poder cubrir las necesidades de estas personas son imprescindibles las donaciones de personas como tú. Tu aportación es más que una donación: es esperanza de vida. Dona ahora y protege a las familias, niñas y niños afectados por el desplazamiento forzoso. Tu ayuda se transformará en:

  • Proporcionar kits de albergue y artículos de higiene a familias desplazadas.
  • Asegurar programas de protección infantil.
  • Brindar asistencia legal, ayuda de emergencia y acceso a salud.

La historia de Esneda Saavedra

Esneda Saavedra nació en Yukpa, un pueblo de la remota y montañosa región de la Serranía del Perijá, cerca del Catacumbo, que enfrenta graves amenazas por la deforestación, la contaminación del agua y el conflicto armado. La expansión minera y agrícola ha provocado la destrucción del medio ambiente, mientras que la guerrilla y los grupos paramilitares exacerban la violencia. Todo esto ha hecho que este pueblo sufra una crisis humanitaria y un desplazamiento generalizado, dejando a los yukpa con dificultades de acceso a la atención médica, desnutrición y pérdida de sus tierras ancestrales.

Foto: © ACNUR/Marina Calderon.

Por todo esto, es normal que Esneda viviera una infancia marcada por la violencia y el desplazamiento, que han azotado a su pueblo durante generaciones. De niña, perdió a su padre en el conflicto armado, una tragedia que impulsó su compromiso de proteger a su comunidad y su tierra de mayores daños. Esneda se ha convertido en una líder indígena y una destacada activista por los derechos humanos y ambientales. Como la primera gobernadora del pueblo, Esneda se encuentra a la vanguardia de la lucha para proteger a su comunidad del desplazamiento forzado y la degradación ambiental. Además de su rol como gobernadora, es consejera para los Derechos de los Pueblos Indígenas, los Derechos Humanos y la Paz de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), ampliando su labor a nivel nacional. También ha sido nombrada portavoz de las mujeres indígenas víctimas del conflicto armado en Colombia.

Su defensa se extiende más allá de su comunidad, llegando a foros internacionales de la mano de ACNUR, como la COP16 sobre Biodiversidad, donde ha denunciado estas injusticias y ha creado conciencia sobre la difícil situación de los yukpa y otros pueblos indígenas en Colombia. Su activismo ha conllevado un gran riesgo personal, ya que, recibió amenazas y sobrevivió a un ataque en marzo de 2023. A pesar de esto, ella no ha dejado de luchar por la defensa de su comunidad y de los pueblos indígenas.