• Distribución de agua potable y jabón entre los refugiados y desarrollo de infraestructuras sanitarias, refugios colectivos y centros de recepción.
• Campañas de información sobre el COVID-19 y medidas de higiene entre los refugiados en su propio idioma.
• Formación del personal sanitario y evaluación de las necesidades: equipo médico, suministros, instalaciones y transporte en ambulancia.
Durante este año, además, ACNUR ha descongestionado campamentos y ha fortalecido las medidas de distanciamiento físico, ha construido infraestructuras, ha proporcionado material sanitario, medicinas, agua y saneamiento, ha apoyado a los sistemas de salud de los países de acogida, ha proporcionado acceso a la educación de miles de niños , ha entregado ayudas económicas y ha proporcionado servicios de protección a mujeres y niñas frente a la violencia de género.