Afganistán necesita ayuda Afganistán necesita ayuda

Afganistán necesita ayuda

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Más de 2.200 personas han perdido la vida y al menos 3.600 han resultado heridas tras un fuerte terremoto de magnitud 6 que golpeó el este de Afganistán la noche del domingo 31 de agosto. Se estima que esa cifra sea más alta, según avancen las labores de rescate.

Las regiones más afectadas, como Kunar, Nangarhar, Laghman y Nuristán, enfrentan una crisis humanitaria urgente: aldeas enteras han quedado aisladas, las vías de acceso, ya de por sí escasas, están bloqueadas por deslizamientos de tierra y los equipos de rescate luchan para llegar a los supervivientes cuanto antes. Unas 500.000 personas podrían haberse visto afectadas.

Este seísmo llega a un país que ya vivía una de las peores crisis humanitarias del mundo. Ahora la situación es crítica. Afganistán, uno de los países más vulnerables del mundo, necesita ahora más que nunca el apoyo.

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Un retorno involuntario

En 2025, más de 2,4 millones de afganos y afganas han retornado o han sido forzadas a hacerlo de Irán y Pakistán. Esto marca un cambio significativo en la dinámica del desplazamiento, impulsado principalmente por el creciente sentimiento anti afgano y el endurecimiento de las condiciones en ambos países de acogida, lo que ha provocado un aumento de los retornos involuntarios.

Los retornos se están produciendo en condiciones extremadamente difíciles, y muchos son involuntarios. Quienes han regresado recientemente a Afganistán continúan compartiendo relatos preocupantes de graves violaciones de derechos humanos como tortura, malos tratos, arrestos y detenciones arbitrarias, y amenazas a la seguridad personal así como acoso, discriminación y crecientes restricciones en los países de acogida.

Por otro lado, muchos enfrentan serios obstáculos para acceder a documentación, alojamiento, atención médica y educación, especialmente porque muchos regresan a un país que apenas conocen. La mayoría de los retornos se concentran en unas pocas zonas, lo que ejerce una enorme presión sobre la infraestructura y los servicios locales. Para las mujeres y las niñas, los desafíos son aún mayores, ya que enfrentan algunas de las restricciones más severas del mundo.

Los afganos están regresando a un país que sigue siendo una de las emergencias humanitarias más complejas del mundo. Con una población de 46 millones de habitantes, se estima que 22,9 millones necesitan asistencia humanitaria, y casi el 70 % vive por debajo del nivel de subsistencia.

ACNUR advierte que la falta de apoyo internacional está intensificando las múltiples crisis en el país, y urge una respuesta rápida y sostenida, no solo con ayuda de emergencia, sino también con recursos que garanticen una reintegración duradera y eviten nuevos desplazamientos.

Foto: © ACNUT/Oxygen Empire Media Production.

La respuesta de ACNUR

ACNUR lleva más de 35 años de presencia en Afganistán y está trabajando estrechamente con socios nacionales e internacionales para responder a la situación como parte de una respuesta más amplia.

La organización ha intensificado su presencia en la frontera para brindar protección de emergencia y asistencia humanitaria, incluyendo monitoreo y asesoramiento en materia de protección, comidas calientes, transporte, derivaciones a los servicios disponibles y la distribución de artículos básicos de socorro y kits de dignidad para abordar las deficiencias críticas.

En las zonas prioritarias para el retorno, ACNUR también proporciona asistencia financiera para la reintegración, el alojamiento y el apoyo a la vivienda, la formación profesional y la creación de medios de vida y el emprendimiento. Sin embargo, la continua falta de financiación ha obligado a recortar servicios, en particular los dirigidos a mujeres y niñas, en favor de intervenciones inmediatas que salvan vidas

ACNUR aboga por un retorno voluntario y seguro de los afganos, muchos de los cuales son mujeres, minorías étnicas y otras personas que podrían enfrentar graves riesgos de protección en Afganistán. Forzar o presionar a los afganos para que regresen es insostenible y podría desestabilizar la región. Continúan los esfuerzos para promover el retorno voluntario, seguro y digno, así como exenciones para grupos en riesgo y vulnerables.

Conflictos, hambre y desastres naturales

Afganistán lleva sumido en una crisis humanitaria desde hace décadas. La violencia, los desastres naturales, la inseguridad alimentaria paralizante (el 45 % de la población padece desnutrición) y la inestabilidad económica es cada vez mayor.

Cuatro décadas de conflictos y violencia han empujado a millones de afganos y afganas al exilio. Afganistán ha sufrido una de las situaciones prolongadas de refugiados más graves del mundo. La llegada de los talibanes en agosto de 2021 provocó que una gran parte de la población abandonara sus hogares, y muchas personas permanecen desplazadas dentro del país.

Foto: © ACNUT/Oxygen Empire Media Production.

A la violencia, la crisis económica y la inseguridad alimentaria existente se le une que es uno de los países más vulnerables al clima extremo y sus consecuencias. Terremotos como el de agosto de este 2025 o el ocurrido en octubre de 2023 han dejado miles de personas fallecidas y heridas. En julio de 2024 un temporal de fuertes lluvias provocaron inundaciones en las regiones central y oriental de Afganistán que causaron daños humanos y materiales.