Desde principios de 2025, la situación humanitaria se ha ido deteriorando rápidamente. A pesar del acuerdo de paz firmado a finales de junio, los combates continúan, incluyendo ataques contra civiles, detenciones arbitrarias, reclutamiento forzoso y violencia sexual.
La violencia lleva a miles de personas a verse obligadas a abandonar sus hogares. Las familias huyen traumatizadas, con cicatrices físicas y psicológicas. Muchas denuncian haber sufrido abusos, algunos sexuales, durante su huida.
Además, más de 28 millones de personas sufren actualmente inseguridad alimentaria aguda. Además, las pasadas inundaciones del mes de abril dejaron miles de desplazados y personas afectadas.
La situación es devastadora. Puede que República Democrática del Congo no sea un conflicto tan visible, pero su población necesita ayuda urgente.
Para comprender el contexto de la República Democrática del Congo (RDC) hay que explicar que es un país que lleva décadas de conflictos que han arrastrado a la población a una situación de vulnerabilidad y necesidad de asistencia humanitaria. Este es el resumen de lo que ha pasado en lo que va de año:
Toda esta violencia está provocando saqueos, personas heridas, violaciones, secuestros, interrupciones en los servicios esenciales como agua, electricidad o internet y, por supuesto, desplazamientos. Cientos de miles de personas han huido de zonas de conflicto, pero la capacidad de acogida está desbordada.
Se estima que 3,8 millones de personas se encuentran desplazadas en Kivu del Norte y Kivu del Sur. En los últimos meses, alrededor de un millón ha regresado a Goma y sus alrededores; la infraestructura y los servicios existentes en la zona se han visto paralizados por los meses de violencia. En Kivu del Norte, los socios sanitarios denuncian una grave escasez de kits para prevenir el VIH, una necesidad clave dado el altísimo número de violaciones y agresiones sexuales que sufren, en particular, mujeres y niñas.
Más de 119.000 personas han huido del este de la República Democrática del Congo a países vecinos en 2025. Uganda ha recibido a más de 67.600 refugiados congoleños en 2025, y las llegadas han sobrecargado gravemente la capacidad de recepción, especialmente debido a los recortes de financiación. Burundi acoge a más de 41.700 refugiados congoleños, donde el emplazamiento de refugiados de Musenyi está gravemente sobrepoblado, lo que ha obligado a instalar carpas de emergencia en tierras agrícolas propensas a inundaciones. Con la temporada de lluvias en curso, las condiciones de vida se están deteriorando rápidamente, aumentando los riesgos sanitarios.
Además, más de 28 millones de personas sufren actualmente inseguridad alimentaria aguda, la cifra más alta jamás registrada en el país. Al mismo tiempo, la Organización Mundial de la Salud informa de que el este de la RDC sigue enfrentándose a múltiples emergencias sanitarias superpuestas, como el cólera, el Mpox y el sarampión.
La vigilancia del Grupo Sectorial de Protección dirigida por ACNUR sigue documentando violaciones generalizadas de los derechos humanos en todo el este de la RDC. En Kivu Norte, en marzo se registró un aumento del 182% en las denuncias de abusos en comparación con el mes anterior, en parte debido a la ampliación de la vigilancia en el territorio de Beni. Las violaciones incluyen extorsiones, saqueos, secuestros y violaciones. Mientras en el territorio de Fizi, en Kivu del Sur, según informes, continúa el reclutamiento de niños soldado por parte de grupos armados. Muchas mujeres y niñas son objeto de violencia sexual en su huida y muchas se ven obligadas a ejercer el trabajo sexual de supervivencia para alimentarse a sí mismas y a sus familias.
"La crisis en la República Democrática del Congo se agrava. Sólo este mes se han desplazado medio millón de personas más. En Goma y más allá, los desplazados se están quedando sin lugares donde huir de la violencia. Lejos de los focos, se trata de una grave emergencia".
Filippo Grandi, Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los Refugiados.
La inestabilidad de la región provoca que en algunos lugares del país las operaciones humanitarias sean complicadas. ACNUR y sus socios siguen llevando a cabo intervenciones de protección en Kivu del Norte y Kivu del Sur, entre ellas se incluye la formación de miembros de comités de refugiados y líderes comunitarios para promover la coexistencia pacífica, con sesiones de concienciación e intercambio comunitario. En Kivu del Sur se siguen identificando y siguiendo casos de protección de menores y de violencia sexual, y se presta apoyo médico y psicosocial a los supervivientes, incluidos los menores.
También ACNUR ha comenzado la inscripción de beneficiarios de asistencia en efectivo para desplazados internos en el territorio de Beni. Además continúa con el registro civil y la extensión de la identidad legal de los niños en los asentamientos de refugiados de Lusenda y Mulongwe en el territorio de Fizi. Continúan las evaluaciones de protección y las capacitaciones para la prevención y sensibilización sobre la violencia de género en Kivu del Norte y Kivu del Sur.
En Burundi y Uganda, los refugiados congoleños están siendo trasladados de los centros de recepción a los asentamientos; sin embargo, existe una necesidad urgente de apoyo en materia de agua, saneamiento e higiene, alojamiento y educación en ambos países.