Emergencia Terremoto Myanmar Emergencia Terremoto Myanmar

Emergencia Terremoto Myanmar

Ayuda a las familias desplazadas por el terremoto

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Un mes después de los devastadores terremotos, las comunidades afectadas siguen soportando condiciones muy duras, con refugios inadecuados, sistemas de abastecimiento de agua dañados y falta de servicios de saneamiento. El centro de Myanmar sigue sufriendo réplicas frecuentes, con más de 150 registradas, lo que provoca que el miedo y la incertidumbre sean constantes en las familias afectadas. A medida que se acerca la estación de los monzones, las personas que viven en refugios al aire libre se enfrentan a retos aún mayores.

Se espera que unos 6,3 millones de personas necesiten ayuda en las zonas más afectadas. El número de víctimas mortales ha superado los 3.700, con más de 5.100 heridos y unos 115 desaparecidos.

ACNUR está en terreno desde el inicio atendiendo a las víctimas con materiales esenciales de primera necesidad, ofreciendo refugios de emergencia y protección.

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¿Qué ha provocado el terremoto?

El 28 de marzo tuvo lugar un seísmo en Myanmar cuyo epicentro se localizó cerca de Mandalay, la segunda ciudad más grande del país. Unos minutos después, una réplica de magnitud 6,4 empeoró aún más la situación. Desde entonces, el centro del país ha seguido sufriendo réplicas (más de 150 registradas) que tienen a la población atemorizada.

Hasta hora, el terremoto ha dejado más 3.700 personas fallecidas, más de 5.100 heridas y 115 desaparecidas. Se espera que unos 6,3 millones de personas necesiten ayuda en las zonas más afectadas y se teme por los 2,1 millones de personas desplazadas internas por conflictos que se encuentran ahora en una situación más vulnerable a causa de esta catástrofe.

Según los informes, los seísmos provocaron el derrumbamiento de edificios residenciales, comerciales y de escuelas, y daños en las infraestructuras, incluidas carreteras y puente. Un mes después de estos devastadores terremotos, las comunidades afectadas siguen soportando unas duras condiciones, con espacios superpoblados, lugares de desplazamiento superpoblados, sistemas de abastecimiento de agua dañados y falta de servicios de saneamiento. A medida que se acerca la estación de los monzones, las personas que viven en refugios al aire libre se enfrentan a retos aún mayores.

Hay que tener en cuenta que Myanmar está sumido en un conflicto armado desde hace más de cuatro años. Las zonas más afectadas albergan ya el mayor número de desplazados internos. Esta catástrofe empeora aún más una situación humanitaria ya de por sí grave, intensificando las penurias y necesidades tanto de los desplazados como de las comunidades locales.

La respuesta de ACNUR y su presencia en Myanmar

ACNUR está presente en Myanmar desde 1993 y desde el inicio de esta emergencia ha estado trabajando sin descanso en las zonas afectadas cubriendo necesidades urgentes como refugios de emergencia, agua, saneamiento e higiene, alimentos y atención médica. Los refugios colectivos están superpoblados, y carecen de iluminación adecuada y de instalaciones de agua, saneamiento e higiene. Los recursos y los espacios son muy limitados, lo que impide en muchos casos las separaciones por géneros. Esto expone a personas a graves riesgos de protección incluida la violencia de género.

En el mes transcurrido desde el terremoto, ACNUR ha distribuido artículos de socorro de emergencia a 58.000 personas, ha evaluado a 60.000 personas para que reciban asistencia y ha ayudado a 7.500 personas a construir refugios, lo que les ha permitido reparar las viviendas dañadas o construir refugios temporales. Para evaluar cómo han ayudado a las familias los materiales entregados por ACNUR, se ha iniciado un seguimiento posterior a la distribución en Sagaing, que se ampliará a otras regiones.