Terremoto en Myanmar Terremoto en Myanmar

Terremoto en Myanmar

Ayuda a las familias desplazadas por el terremoto

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Han pasado más de seis meses desde que un terremoto de magnitud 7,7 sacudiera el centro de Myanmar, causando más de 3.700 víctimas mortales y una destrucción generalizada.

Con más de 17,2 millones de personas viviendo en las zonas afectadas y al menos 2,1 millones de desplazados internos antes del desastre, la emergencia sísmica multiplicó la vulnerabilidad de comunidades que ya estaban en una situación crítica.

ACNUR ha estado ahí desde el inicio atendiendo a las víctimas con materiales esenciales de primera necesidad, ofreciendo refugios de emergencia y protección. Seis meses después, continúan estando. Además, recientemente la población ha sufrido inundaciones que complican la logística de entrega de ayuda, mientras que el conflicto y el desplazamiento continúan incrementando la vulnerabilidad de personas desplazadas, en particular de mujeres, niños, personas mayores y con discapacidad.

La población sigue necesitando ayuda. Por favor, dona ahora. Tu generosidad puede enviar esperanza y ayuda a aquellos que más lo necesitan.

¿Qué provocó el terremoto?

El 28 de marzo tuvo lugar un seísmo en Myanmar cuyo epicentro se localizó cerca de Mandalay, la segunda ciudad más grande del país. Unos minutos después, una réplica de magnitud 6,4 empeoró aún más la situación. Desde entonces, el centro del país ha seguido sufriendo réplicas (más de 150 registradas) que tienen a la población atemorizada.

El terremoto dejó más 3.700 personas fallecidas, más de 5.100 heridas y 115 desaparecidas. Más de 17,2 millones de personas viven en las zonas afectadas y al menos hay 2,1 millones de desplazados internos antes del desastre que se encuentran ahora en una situación más vulnerable a causa de esta catástrofe.

Según los informes, los seísmos dejaron más 55.000 viviendas dañadas o destruidas, además de escuelas, edificios comerciales y carreteras. Seis meses después de estos devastadores terremotos, las comunidades afectadas siguen soportando unas duras condiciones, con espacios superpoblados, lugares de desplazamiento superpoblados, sistemas de abastecimiento de agua dañados y falta de servicios de saneamiento.

Hay que tener en cuenta que Myanmar está sumido en un conflicto armado desde hace más de cuatro años. Las zonas más afectadas albergan ya el mayor número de desplazados internos. Esta catástrofe empeoró aún más una situación humanitaria ya de por sí grave, intensificando las penurias y necesidades tanto de los desplazados como de las comunidades locales.

La respuesta de ACNUR y su presencia en Myanmar

ACNUR está presente en Myanmar desde 1993 y desde el inicio de esta emergencia trabajó sin descanso en las zonas afectadas cubriendo necesidades urgentes como refugios de emergencia, agua, saneamiento e higiene, alimentos y atención médica. Los refugios colectivos están superpoblados, y carecen de iluminación adecuada y de instalaciones de agua, saneamiento e higiene. Los recursos y los espacios son muy limitados, lo que impide en muchos casos las separaciones por géneros. Esto expone a personas a graves riesgos de protección incluida la violencia de género.

ACNUR ha proporcionado apoyo para la provisión de alojamiento a más de 20.100 personas (4.400 hogares), incluyendo materiales para reparar viviendas o construir refugios temporales. Más de 116.000 personas han recibido artículos de primera necesidad como mantas, colchonetas, mosquiteras, utensilios de cocina, cubos y lámparas solares.

Además, unas 44.000 personas han recibido asistencia adicional, lo que les ha permitido cubrir necesidades urgentes como vivienda, alimentos o medicamentos. Desde el terremoto, ACNUR ha brindado ayuda vital a más de 119.200 personas (26.700 familias) en Mandalay y Sagaing, las regiones más afectadas.