Ser mujer y refugiada, un doble reto de protección
Casi la mitad de las desplazadas y refugiadas en el mundo son mujeres y niñas. Los riesgos a los que se exponen antes, durante y después de la huida, las convierten a menudo en víctimas de abusos, de violencia sexual y de género. Además, los conflictos las separan de sus maridos y familiares, teniendo que afrontar en solitario y en el exilio toda la responsabilidad y el cuidado.
ACNUR, consciente de su vulnerabilidad, pone el foco en ellas y trabaja para ofrecerles la asistencia, el apoyo y la protección que necesitan. Planifica todas sus operaciones con un enfoque de género y se esfuerza por ofrecerles acceso a formación y capacitación para que puedan construir un futuro mejor para ellas y sus familias. ACNUR trabaja con la comunidad para generar conciencia de la necesidad de igualdad y participación activa de las mujeres en el funcionamiento de los campos y la toma de decisiones.
“Los rebeldes me llevaron con ellos y, yendo hacia el campamento, fui violada por siete de ellos. Estaba sangrando mucho y no era capaz de caminar más”.
Marion, joven desplazada interna de 17 años en Sierra Leona.