Mozambique sufre una triple amenaza: conflicto, cambio climático y COVID-19. Los ataques perpetrados a finales de marzo en Palma, un pueblo costero, han obligado a huir a más de 30.000 personas en las últimas semanas. El 43 % son niños. De ellos, 300 son menores no acompañados. Desde 2017, el conflicto en el norte de Mozambique ha dejado decenas de miles de muertos y más de 700.000 desplazados internos.
La falta de fondos amenaza la vida de cientos de miles de personas en Mozambique y puede alimentar la espiral de vulnerabilidad de las personas desplazadas. Se necesitan 25,7 millones para hacer frente a esta emergencia durante 2021. Hasta la fecha, solo se han recaudado el 20 % de los fondos necesarios. La situación es crítica. ¡Ayúdales!