A comienzos del siglo XX, las enfermedades infecciosas representaban la principal causa de mortalidad en el planeta. Los avances médicos tanto en prevención como en curación durante todo el siglo permitieron que la mayoría de estas enfermedades dejaran de ser mortales.
Sin embargo, los comienzos del siglo XXI están siendo una época de estancamiento o incluso retroceso en cuanto a los avances previos en la cura y prevención de estas enfermedades.