Actualmente en el mundo hay muchos conflictos bélicos. Algunos son más recientes y otros llevan años estancados y no parece que tengan un final cercano. Líbano, Ucrania, Sudán, Siria, Yemen o Afganistán son algunos de los principales en los que ACNUR está presente llevando ayuda humanitaria a la población afectada. Esto sería imposible sin la ayuda de socios y donantes. Forma parte de nuestra familia y ayúdanos a seguir prestando asistencia a las personas desplazadas y refugiadas por los conflictos bélicos.
Desde el 23 de septiembre, los ataques sobre Líbano han dejado miles de víctimas mortales, personas heridas y más de 1,2 millones de personas desplazadas. Miles de familias huyen hacia la frontera en coche o incluso a pie llevando consigo lo que pueden, algunas personas llegan heridas por los bombardeos.
Las hostilidades en el Líbano han alcanzado su nivel más grave desde el inicio de la guerra en Gaza en octubre del año pasado. Líbano está sufriendo los ataques más violentos y mortíferos en varias décadas. La situación es extremadamente difícil y es que se está produciendo una verdadera catástrofe humanitaria. En estos días también se ha producido un ataque aéreo sin víctimas reportadas de Irán a Israel.
Ahora está proporcionando asistencia urgente y protección a los afectados, ya sean libaneses o refugiados, incluso antes de la última escalada. Desde el inicio del conflicto en octubre de 2023, ACNUR ha estado proporcionando alimentos, agua, mantas, lámparas solares, bidones y colchones. Además, ACNUR ha ampliado su red de hospitales en el sur y en Bekaa para facilitar el acceso de los afectados a la atención sanitaria. Además, proporciona asistencia y apoyo psicosocial a las familias de los refugiados fallecidos tras evaluar sus necesidades.
El 24 de febrero de 2022 todo cambió para las ucranianas y ucranianos. Ese día comenzó una guerra que, más de dos años después, todavía no ha llegado a su fin. Los ataques, el miedo, la violencia y la incertidumbre siguen siendo parte del día a día de las personas que siguen viviendo allí. Hay más de 3,7 millones de personas desplazadas dentro del país que han tenido que dejar sus hogares en busca de un lugar seguro.
La guerra también ha provocado que haya 6,5 millones de personas refugiadas ucranianas registradas en todo el mundo y más del 40% de la población necesita desesperadamente ayuda humanitaria y protección.
Ucrania ha dejado de estar tan presente en el foco mediático pero eso no significa que la guerra haya terminado y que millones de personas sigan necesitando asistencia y apoyo todo el año.
El conflicto que comenzó en abril de 2023 ha provocado ya más de 10 millones de desplazamientos forzosos. La población no solo está sufriendo la guerra sino también el hambre y los efectos de la crisis climática. Naciones Unidas ha confirmado la situación de hambruna al norte de Darfur, una de las zonas más afectadas por el conflicto. Además, en agosto han llegado lluvias torrenciales que han afectado a más de 73.000 personas, de las cuales 21.000 han tenido que abandonar sus hogares.
Es una emergencia poco visible en los medios de comunicación, pero en la que millones de personas necesitan protección y ayuda humanitaria de forma urgente. ACNUR está brindando toda la ayuda humanitaria posible, pero se necesitan más medios para poder seguir adelante, tanto en Sudán como en los países vecinos que están acogiendo a las personas que huyen.
Hace 13 años comenzó una guerra en Siria que, a día de hoy, todavía no ha terminado. Una guerra que ha provocado una de las crisis de desplazamiento más grandes del mundo con más de 12 millones de sirios y sirias desplazadas. Tantos años después del comienzo del conflicto, la situación del país sigue siendo crítica y por eso, unos 6 millones de personas han huido a países vecinos. La población tiene graves dificultades para satisfacer sus necesidades básicas. No podemos permitir que sus vidas caigan en el olvido.
Además de la guerra, Siria vivió en febrero de 2023 un terremoto que dejó 6000 personas fallecidas, además de 12.000 heridos y 10.000 edificios (residenciales, escuelas, hospitales) parcial o totalmente destruidos sólo en el noroeste del país.
Gran parte de la infancia siria solo ha conocido la guerra y la huida. Más de una década de bombas y ataques deja trauma, sufrimiento, miles de muertos y uno de los mayores éxodos de la historia reciente. Una generación entera de sirios está en peligro y, sin embargo, esta emergencia está cada vez más alejada del foco mediático.
Afganistán lleva sumido en una crisis humanitaria desde hace muchos años. La violencia, los desastres naturales, la inseguridad alimentaria paralizante (el 45 % de la población padece desnutrición) y la inestabilidad económica es cada vez mayor.
Cuatro décadas de conflictos y violencia han empujado a millones de afganos y afganas al exilio. Afganistán ha sufrido una de las situaciones prolongadas de refugiados más graves del mundo. Irán y Pakistán acogen a casi el 90 % de todos los refugiados afganos registrados. En agosto de 2024 se cumplirán tres años desde que los talibanes llegaran a Kabul, la capital del país, y derrocaran al gobierno afgano. La llegada de los talibanes provocó que una gran parte de la población afgana haya tenido que abandonar sus hogares, y muchas personas permanecen desplazadas dentro del país.
Además, Afganistán sufrió un terremoto en octubre de 2023 que dejó miles de personas heridas y afectados por el seísmo, casas derrumbadas y familias necesitadas de ayuda. De mayo a julio el país ha sufrido también un temporal de lluvias que ha provocado inundaciones dejando sin hogar a miles de familias. La población necesita refugios de emergencia y artículos no alimentarios, suministros médicos, alimentos, dinero en efectivo, agua potable y kits de higiene.
Son 10 años de conflicto que han dejado al país en una profunda crisis humanitaria, una de las peores de nuestro tiempo, según la ONU. Un conflicto que ha provocado 4,5 millones de desplazados internos (el 80% mujeres, niñas y niños) y más de dos tercios de la población está viviendo por debajo del umbral de pobreza. La población yemení necesita ayuda urgente y el mundo parece haberse olvidado de un conflicto estancado que está dejando consecuencias que van a perdurar muchos años. Además de las bombas hay algo que también está matando a la población y es el hambre.
A pesar del sufrimiento de la población y su situación de extrema pobreza y hambruna, Yemen es un país tremendamente generoso, ya que, acoge a unos 100.000 refugiados y solicitantes de asilo de otros países devastados por la guerra. Las comunidades yemeníes están desbordadas y aun así, siguen ayudando a personas de otros lugares.
Además, a finales de julio ha habido lluvias torrenciales e inundaciones que han afectado a más de 34.000 familias y 19 provincias. Yemen es un país tremendamente vulnerable también al cambio climático y a sus efectos más devastadores.