¿Cómo te sentirías si un día tuvieras que marcharte de tu casa y dejarlo todo, para buscar un refugio sola con tus hijos? Esa es la situació...
¿Cómo te sentirías si un día tuvieras que marcharte de tu casa y dejarlo todo, para buscar un refugio sola con tus hijos? Esa es la situación que viven las madres solteras o viudas refugiadas o desplazadas que buscan un lugar mejor y un futuro para su familia.
Son mujeres que viajan solas y que están sometidas a numerosos peligros durante sus desplazamientos: abusos, violaciones, la trata de personas e, incluso, la muerte.
Queremos que les pongas cara a esas mujeres y que conozcas las dificultades de una madre soltera o viuda en el camino por poner a salvo a su familia.
En la población de Uvira (República Democrática del Congo) se ha formado un grupo de teatro compuesto por los lugareños y los refugiados llamado The Kings of Peace (‘los reyes de la paz’). Entre los actores, se encuentra Rehema, una mujer viuda de 56 años que tuvo que huir de Burundi en 2015.
El teatro le ha servido a Rehema para superar el estrés de su vida diaria y el recuerdo de un marido y dos hijos desaparecidos. Se dedica a vender verdura en la puerta de su casa y con la venta obtiene algunos ingresos para sacar adelante a su familia.
Nooria vivía en Afganistán y, cuando se quedó embarazada, su marido la abandonó. Tuvo que huir porque en Afganistán una madre no puede criar a su hijo sola y si se quedaba tenía que entregar a su hijo a la familia política.
La huida a pie duró un mes y logró llegar hasta Austria. Una familia la acogió y le dio una oportunidad a ella y a su hijo.
La violencia que estalló en Myanmar ha obligado a miles de mujeres a huir con sus hijos para salvar su vida. Estas son algunas de sus historias:
Khatemunnessa es una mujer de 40 años que tiene ocho hijos y cuyo esposo fue asesinado. Vive en una cabaña de bambú y plástico, y se enfrenta cada día al reto de protegerlos y darles de comer.
Sufia es una refugiada rohingya que vive en una cabaña que solo tiene un tejado de plástico y que está cerca de una cloaca. Su esposo fue asesinado en un pueblo de Myanmar y se vio obligada a huir a Bangladesh con sus cinco hijos.
Todas estas mujeres intentan sobrevivir y dar una oportunidad a sus hijos, lejos de la violencia de su lugar de origen. Necesitan empoderamiento, conocimientos y recuperar la autoestima para tener una vida digna.
El gobierno de Bangladesh y ACNUR colaboran para aportar a estas mujeres un alojamiento más seguro, asistencia sanitaria y asesoramiento. Además, se organizan acciones de formación para que aprendan a coser o a hacer jabón y puedan ganarse la vida.
Si quieres ayudar a estas mujeres y a sus familias a tener un futuro, colabora con nosotros.
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