Este joven huyó hace tres años del conflicto sirio con sus padres y conoce bien el terror del que han huido las familias que deambulan por la estación en busca de su tren. Él está aquí colaborando como traductor y dándoles la información que necesitan para continuar su camino. Ali tiene la residencia austriaca y ha conseguido un empleo como trabajador social. En su tiempo libre ayuda a otros refugiados que sueñan con reiniciar sus vidas en Europa como lo ha hecho él.