El cambio climático es una de las principales causas de desplazamiento forzoso en el mundo. Es un fenómeno que nos afecta a todos los habitantes del planeta, pero, especialmente a las personas más vulnerables. ACNUR es plenamente consciente de esto y por eso, hace un gran esfuerzo para reducir al máximo posible su impacto medioambiental cuando se trata de ayudar a las personas desplazadas y refugiadas.
Para lograrlo, se han planteado una serie de estrategias con el fin de alcanzar unos objetivos claros. ACNUR, en su Estrategia Operativa de Resistencia al Cambio Climático y la Sostenibilidad Medioambiental 2022-2025, se compromete a mejorar la sostenibilidad medioambiental de toda su cadena de suministro, ya que sus artículos básicos de socorro representan alrededor del 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero que produce.
● Una reducción global de sus emisiones del 20% (incluida una reducción del 10% de las emisiones de transporte internacional de mercancías),
● Una reducción del 20% en la proporción de plástico en los envases de artículos básicos de socorro,
● Un aumento del 20% de la sostenibilidad medioambiental de los artículos básicos de socorro, utilizando materiales reciclados, reciclables o de origen sostenible.
Para poder alcanzar estos objetivos, se elabora una revisión exhaustiva de la planificación de suministros, las especificaciones técnicas y el aprovisionamiento de los artículos básicos de socorro. Dado que el envasado es un área que tiene un alto nivel de impacto, los esfuerzos comenzaron aquí.
Para poder alcanzar esos objetivos es imprescindible contar con profesionales expertos en sostenibilidad para hacer que los envases de los artículos básicos de socorro sean lo más sostenibles posible. Casi todas las emisiones de estos artículos proceden de algunos específicos como mantas, cubos, tiendas familiares, utensilios de cocina, bidones, colchones, colchonetas y lámparas solares.
ACNUR trabaja en tres líneas principales para hacer el embalaje más ecológico:
También se está valorando hacer que el propio artículo tenga dimensiones más reducidas como en el caso de las lámparas solares, de tal manera que facilite su embalaje y el transporte.
Se trabajará exhaustivamente para lograr implementar estas líneas de actuación. Sin embargo, estos son tan solo algunos de los muchos pasos que ACNUR está tomando para luchar contra el cambio climático. ACNUR se compromete también a adoptar medidas como organizar reuniones, talleres, sesiones informativas para el personal con el fin de sensibilizar acerca de la importancia de tomar acciones como estas, defender los cambios y el impacto global que supone y por supuesto, garantizar que los cambios se incorporen a los procedimientos y políticas.
Es esencial tener en cuenta que, estos cambios, además de reducir el impacto medioambiental, deben ser positivos para la persona que va a recibir estos productos. Por ejemplo, reducir el tamaño de las lámparas solares ayudaría a transportarlas por los campamentos donde están las familias refugiadas.
Y por supuesto, no podemos olvidar que la persona que reciba estos artículos también debe tener la información clara y necesaria para seguir las instrucciones sobre cómo deshacerse de los envases de los artículos básicos.
Estas acciones, por pequeñas que parezcan, tienen un impacto positivo en la lucha contra el cambio climático. La ayuda debe llegar a las personas que más lo necesitan, estén donde estén, pero con el menor impacto posible. ACNUR colabora con otras organizaciones humanitarias, y sigue aprendiendo y mejorando en este ámbito, sin olvidar la importancia de implicar a todas las partes interesadas en el proceso de ecologización de los envases, tanto del usuario final como de otros actores humanitarios y proveedores. El trabajo de todo el conjunto hace que sea posible encontrar soluciones más rápidas, útiles y mejores para reducir el impacto medioambiental de nuestra ayuda.
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