Los países vecinos a Siria, sobrepasados y empobrecidos, no lograban en muchos casos ofrecer buenas condiciones de vida ni un futuro a los refugiados; y pronto Europa demostró que tampoco era un lugar fácil al que llegar y donde quedarse. El acuerdo con Turquía, en marzo de 2016, fue la culminación de la falta de unidad y voluntad política, y sus consecuencias siguen afectando a las vidas de miles de refugiados.
Por eso el trabajo de ACNUR sigue siendo clave, y la ciudadanía española ha demostrado su solidaridad a través del Comité español de ACNUR, lo que merece nuestra más sincera gratitud y nos empuja a seguir velando sin descanso por los derechos de los refugiados.
El grupo de trabajo 3RP (Regional Refugee and Resilience Plan), está integrado por ACNUR junto a otras agencias de Naciones Unidas, ONG y los gobiernos de Turquía, Jordania, Líbano, Irak y Egipto.
El total recaudado por el grupo en el primer semestre de 2016 ha sido de 1.410 millones de dólares (el 31% del total requerido). Para 2016, la necesidad total de financiación del 3RP ha quedado fijada en 4.554 millones de dólares.
En septiembre se cumplió un año desde que la fotografía del pequeño Aylan, el niño refugiado sirio que apareció ahogado en una playa de Turquía, conmocionara al mundo. ACNUR estima que desde entonces 4.176 refugiados han muerto o desaparecido (una media de 11 al día en los últimos 12 meses).