Más cerca de su sueño: jugar un Mundial de fútbol Más cerca de su sueño: jugar un Mundial de fútbol

Más cerca de su sueño: jugar un Mundial de fútbol

20 de abril, 2023

Tiempo de lectura: 3 minutos

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Yenmany Coromoto ama el fútbol por encima de todo. Esta joven venezolana de 20 años tuvo que salir de su país natal y ha encontrado en este deporte su salvación. Un lugar seguro gracias al club femenino inclusivo al que pertenece en Cuenca (Ecuador), la ciudad en la que vive.

La joven tuvo que abandonar Venezuela en 2021 ante la crisis económica y de seguridad que atraviesa su país. Al principio, estuvo unos meses en Colombia hasta que finalmente, viajó hasta Ecuador a principios de 2022 donde decidió quedarse. Ahora vive en Cuenca, una ciudad colonial situada al sur del país junto a su pareja, Yolimar, también venezolana. Ambas trabajan en lo que puede para poder rehacer su vida y mantenerse y en su tiempo libre, Yenmany puede dedicarse a su gran pasión.

“Las mismas”, el club que le devolvió la ilusión

El sueño de Yenmany siempre fue convertirse en la mejor jugadora de fútbol del mundo y poder jugar un Mundial. Se siente feliz con un balón en sus pies desde que era una niña y, por eso, llegar a Cuenta (Ecuador) y encontrarse con el club femenino “Las mismas” le cambió la vida. Este equipo de fútbol femenino es inclusivo con las mujeres refugiadas LGBTIQ+ y le abrió sus puertas desde el principio. Hasta ahora no había podido entrar en un equipo, bien por falta de recursos o por discriminación.

Este club, que recibe apoyo de ACNUR y su socio Diálogo Diverso se creó a principios de 2022 y en él, la joven venezolana ha encontrado su segundo hogar. Y precisamente, el objetivo para el que se formó el club fue ofrecer un lugar seguro a mujeres de diversas nacionalidades e identidades de género. Y Yenmany, es una de las dos jugadoras en situación de movilidad humana y LGBTIQ+ que, de momento, pertenecen al club.

equipo las mismas

La vicepresidenta del club “Las mismas”, Tamara Buestán cuenta que muchas personas venezolanas están discriminadas en Ecuador y no se les da la oportunidad de jugar en equipos. En su club, las jugadoras tienen las puertas abiertas si desean unirse.

Crear espacios seguros como este club de fútbol es esencial para el bienestar emocional de estas personas que se han visto forzadas a huir de sus países de origen y necesitan redes de apoyo.

Ecuador, país de acogida

Yenmany ha encontrado en Ecuador un lugar en el que volver a empezar y tener una vida segura. Este país recibe cada día a cientos de personas que se ven obligadas a huir de sus países de origen. Tanto es así, que acoge a más de 74.000 personas refugiadas, una de las poblaciones más grandes de toda América Latina, la mayoría de ellos procedentes de Colombia. En cuanto a las de origen venezolano, en Ecuador está la tercera mayor comunidad de personas refugiadas y migrantes, con más de medio millón.

ACNUR y sus socios estiman que unas 8000 personas refugiadas y migrantes venezolanas que se identifican como LGBTIQ+ viven en Ecuador. En el país, les ofrecen protección, ayuda humanitaria y programas de inclusión socioeconómica, cultural y deportiva, lo que les permite integrarse mucho más en el país.

Todavía se desconoce si Yenmany alcanzará su sueño de ser la mejor jugadora de fútbol del mundo, pero al menos, está en el camino de intentarlo. Además, su idea es estudiar contabilidad en la universidad. Ahora es capaz de hacerlo desde un lugar seguro, con redes de apoyo en su país de acogida.

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