Hace poco más de un mes, 12.000 personas sufrieron las consecuencias de los incendios ocurridos en el centro de recepción de Moria. La mayoría fueron alojados en el asentamiento de emergencia de Kara Tepe, gestionado por las autoridades griegas.
Ahora, las fuertes inundaciones del pasado 8 de octubre han puesto de manifiesto la necesidad de mejorar las infraestructuras de agua, saneamiento, drenaje y los servicios de salud e higiene del sitio. A falta de un sistema de drenaje adecuado, algunas personas han construido zanjas para canalizar el agua alrededor de sus tiendas. Aun así, muchas de las tiendas del sitio han quedado totalmente inundadas.
ACNUR está distribuyendo lonas de plástico para aislar las tiendas más afectadas. Además, insta a las autoridades griegas a garantizar un drenaje adecuado en todo el asentamiento y asegurar mejores condiciones de acogida para las personas más vulnerables.
ACNUR ha trasladado su preocupación al gobierno heleno por la falta de seguridad del sitio. La zona es propensa a inundaciones y el espacio no está protegido frente a las bajas temperaturas. La Agencia está proporcionando grava para ayudar a reducir el riesgo de inundaciones, en la medida de lo posible, en la zona de tiendas y en las áreas comunes.
Ante la llegada del frío, ACNUR ha reiterado durante los últimos días la importancia de acometer sin demora mejoras en el sitio para evitar un deterioro aún mayor de las condiciones de vida de unos 7.800 refugiados y solicitantes de asilo que están alojados allí. Para combatir el frío y la humedad, ACNUR está repartiendo materiales de aislamiento para las tiendas de campaña, planchas de madera y contrachapado para las tiendas familiares.
ACNUR insta a que se identifiquen soluciones a largo plazo para mejorar las condiciones de vida, aliviar el hacinamiento, mejorar la seguridad, la infraestructura y el acceso a los servicios para refugiados y solicitantes de asilo en los cinco centros de recepción de las islas griegas. Además, pide que se incrementen los traslados a la península a alojamientos apropiados.
Aqela, (en la foto) refugiada afgana, su esposo y su hijo Abufaz, de tres años, se refugian en Kara Tepe, después de huir de los incendios de Moria. Abufaz sufre ansiedad desde que cruzaron el estrecho desde Turquía en diciembre de 2019. Aqela está buscando apoyo psicosocial para él. La familia pasó casi nueve meses en Moria.
En la isla de Samos, hay casi 4.500 personas alojadas en condiciones de hacinamiento a las afueras de un centro de recepción con capacidad para 650. La mayoría están viviendo en tiendas de campaña de verano o en chabolas hechas con maderas. Estas personas aún pueden ser trasladadas a alojamientos adecuados antes de que llegue el invierno y sea demasiado tarde.
En un momento en el que los alojamientos adecuados para los solicitantes de asilo en Grecia son más necesarios que nunca, a ACNUR le preocupa el anuncio del cierre de algunas instalaciones en la isla de Lesbos, que acogen a miles de personas en la actualidad. Por eso, pide al gobierno griego que se mantengan las actividades de protección a las personas refugiadas y solicitantes de asilo.
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