Preocupación por la población afgana en Pakistán

Pakistán es un país que, tradicionalmente, siempre ha acogido de manera generosa a las personas refugiadas, salvando millones de vidas. Esta generosidad todavía sigue siendo necesaria, pero desde hace un tiempo, Pakistán está intensificando esfuerzos para expulsar a todas las personas indocumentadas, en particular a la población afgana con el “Plan de Repatriación de Extranjeros Ilegales”. Según los medios de comunicación, se están estableciendo centros de retención y deportación para su procesamiento.

Esta situación preocupa a embajadas, organizaciones de derechos humanos, entre ellas la Comisión Nacional de Derechos Humanos, y a la opinión pública paquistaní. Por eso, siguen instando al gobierno a que reconsidere el plan y amplíe el plazo, aludiendo a su preocupación por las injusticias, las violaciones de derechos humanos y las separaciones familiares.

Organismos como ACNUR, la OIM (Agencia de las Naciones Unidas para la Migración) y UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) están profundamente preocupado por la seguridad y el bienestar de las niñas, niños y familias afectadas por este plan.

La mayoría de los afganos regresan por miedo a ser arrestados o deportados en Pakistán. Mientras, su país está viviendo una de las peores crisis humanitarias actuales después de décadas de conflicto, de la continua vulneración de los derechos humanos, los desastres naturales y la llegada del duro invierno. Casi 30 millones de personas necesitan asistencia humanitaria y 3,3 millones están desplazados internamente.

Desde el 15 de septiembre de 2023, se estima que 160.000 afganos han abandonado Pakistán. Entre ellos, el 86 % de las familias informaron que el miedo a ser arrestados era la razón más común para que la abrumadora mayoría partiera apresuradamente y sin ayuda.

El plan del gobierno de Pakistán especifica que esta repatriación se hará durante la primera fase con las personas extranjeras indocumentadas, pero hay informes de refugiados registrados y afganos que poseen documentos legales, incluidos titulares de tarjetas de ciudadanía afganas y afganos programados para reasentamiento, que están siendo presionados a pesar de las garantías de que estarán protegidos.

Entre ellos se incluyen menores y mujeres. Y son precisamente las niñas y niños los que tienen mayor riesgo de desprotección en el desplazamiento en Pakistán, en centros de detención, cruzando fronteras y al regresar a Afganistán. Amenazas físicas, separación familiar, miedo, abuso, explotación y por supuesto, el complicado acceso a la educación, la alimentación y a la atención sanitaria.

En Pakistán han aumentado las consultas de la población afgana a través de las líneas de ayuda sobre incidentes relacionados con la protección, como arrestos, detenciones, deportaciones, extorsiones y acoso por parte de las fuerzas del orden. También se ha registrado un aumento significativo del número de afganos que se acercan físicamente a las instalaciones de ACNUR y de sus socios. En respuesta, ACNUR ha ampliado la capacidad de los Centros de Repatriación Voluntaria para que funcionen los siete días de la semana.

En Afganistán, el equipo humanitario de las Naciones Unidas en el país ha finalizado un plan de contingencia interinstitucional para el periodo comprendido entre noviembre de 2023 y julio de 2024, que prevé el retorno de 720.000 indocumentados y titulares de la tarjeta de ciudadano afgano, así como el retorno de 50.000 titulares de la tarjeta de prueba de registro.

Según el último informe de seguimiento de ACNUR-OIM, desde el 15 de septiembre han regresado 120.182 personas, la mayoría (97%) antes de la fecha límite del 1 de noviembre. Ambas organizaciones han emprendido una intensa colaboración con las autoridades de Pakistán, incluso abogando por que aquellos cuya seguridad pueda estar en riesgo queden exentos del plazo fijado por el gobierno para que los extranjeros indocumentados puedan salir antes del 1 de noviembre.

La mayoría de los retornados eran afganos indocumentados (96%), seguidos de titulares de la tarjeta de ciudadano afgano (3%) y titulares de la tarjeta de prueba de registro (1%). En octubre se multiplicaron casi por once los arrestos y detenciones de titulares de tarjetas PoR en Pakistán en comparación con el año pasado. Las deportaciones desde Pakistán aumentaron un 100% en los 10 primeros meses de 2023 (4.745) en comparación con todo 2022 (2.372).

ACNUR, OIM y UNICEF continúan haciendo un llamamiento a la comunidad internacional para que aumente el apoyo para acoger a menores, familias y refugiados vulnerables en Pakistán.