Es uno de los países más pobres del mundo y su equipo nacional de baloncesto ha logrado clasificarse para los Juegos Olímpicos de París 2024 y llegar a jugar contra Estados Unidos.
Sudán del Sur lleva décadas sufriendo violencia y pobreza, pero eso no ha impedido que su población siga intentando salir adelante. Y si algo tiene el deporte es que iguala a todos y en los Juegos Olímpicos de París 2024 se ha hecho realidad el sueño del equipo nacional de baloncesto.
Sudán del Sur se creó en julio de 2011, lo que lo convierte en el país más joven del mundo. Tras una guerra civil de seis años con su vecina Sudán y décadas de violencia, el país logró su independencia, pero no la paz. De hecho, en 2013 comenzó una guerra civil que duró hasta 2020.
Además de la violencia, la población ha sufrido y sigue sufriendo la pobreza. Sudán del Sur siempre está en las listas de los países más pobres del planeta que se mide en función del Índice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas. Este indica la salud, la educación, los ingresos por habitante, la alfabetización o la esperanza de vida, entre otros indicadores.
El país también sufrió una grave hambruna en 2017. Décadas de violencia y la pobreza y hambruna actual hacen que la situación de la población sea tremendamente preocupante. Además, el país de 11 millones de habitantes tiene unos 3,4 millones desplazados y acoge a refugiados de países vecinos. Por otro lado, según los últimos datos (30 de junio de 2024) hay cerca de 2,3 millones personas refugiadas y solicitantes de asilo de Sudán del Sur. Su complicada situación económica, social y política hacen que un triunfo del deporte nacional sea todavía más especial si cabe.
Foto: © ACNUR/Charity Nzomo
"No tuvimos el privilegio de tener gimnasio, dormitorio y otras facilidades. Vivimos un campamento de entrenamiento muy duro en Ruanda".
Royal Ivey, técnico del equipo nacional de Sudán del Sur
El equipo de baloncesto nacional logró clasificarse para los Juegos Olímpicos y para la Copa del Mundo de baloncesto que se celebrará entre el 26 de agosto y el 10 de septiembre. Este equipo está formado por refugiados e hijos de refugiados que, a pesar de las circunstancias, han logrado alcanzar lo más alto del deporte. El artífice de este equipo es Luol Deng, un exjugador de 37 años que pasó por diversos equipos de la NBA. En 2019 le eligieron presidente de la Federación y seleccionador nacional. Él sabe lo que es ser refugiado porque tuvo que huir a Egipto junto a su familia por la guerra. Allí conoció a Matute Bol, un jugador de baloncesto sudanés que se convirtió en su mentor y le transmitió su pasión por el baloncesto. A partir de ahí, comenzó una exitosa carrera deportiva en el baloncesto, pero siempre implicado en la reconstrucción de Sudán del Sur.
Luol Deng, pasó de huir de la guerra en su país a lograr el éxito deportivo y ahora ser el alma de este equipo nacional que ha conseguir llegar a lo más alto. Las disputas étnicas del país han dado lugar a la unión gracias al deporte y su fomento por la paz a través del baloncesto. Deng contactó con su amigo Royal Ivey y ambos buscaron jugadores con raíces en el país y formaron un equipo único. Aunque la mayoría de los jugadores del equipo se han formado en Estados Unidos son plenamente conscientes de la realidad social de su país. "Somos un grupo de refugiados que nos reunimos algunas veces al año. En nuestro país no hay canchas cubiertas", cuenta Wenyen Gabriel, uno de los compontes.
Foto: © ACNUR/Benjamin Loyseau.
Aunque no hayan tenido los medios que tienen sus competidores han llegado hasta los Juegos Olímpicos de París. En el primer partido ganaron contra Puerto Rico, pero no lograron ganar a Estados Unidos. A pesar de perder, demostraron el gran talento del equipo y no se lo pusieron nada fácil a los rivales.
Este equipo ha demostrado una vez más que el deporte puede ser un refugio para aquellos que tienen que huir o los que sufren la violencia y la pobreza.
"Lo que han hecho es precioso. Luol Deng y su equipo han construido un equipo genial, que tiran genial y juegan un buen baloncesto"
Steve Kerr, entrenador del equipo estadounidense.
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