115.000 sudaneses están refugiados en estos campamentos. Huyen de los bombardeos y la violencia. Por otra parte, las lluvias anuales han convertido los caminos polvorientos en el barro y obstaculizado la entrega de ayuda de emergencia. Mientras tanto los refugiados recién llegados se encuentran en mal estado de salud y necesitan con urgencia alimentos y agua.
A pesar de estos obstáculos, ACNUR continúa entregando ayuda vital a los campamentos de refugiados de Sudán del Sur. Sus puentes aéreos de emergencia de junio han entregado ayuda para más de 50.000 refugiados: mantas, jabón, esteras para dormir y mosquiteras.
El nuevo equipo de perforación de pozos incrementará el suministro de agua potable, que actualmente es muy escaso.
Un refugiado se registra a su llegada al campo de refugiados. Se le entrega agua y galletas energéticas y se le hacen exámenes médicos para identificar cualquier necesidad de atención rugente. ACNUR / P. Rulashe
Vivian Tan, trabajadora de ACNUR en Nairobi, describe los días que pasó en un campo de refugiados en la zona remota del sur de Sudán llamada Yida. "Hay tantas cosas que damos por sentado, la electricidad, por ejemplo. Y las verduras, el agua potable, el papel higiénico y los inodoros. En un lugar remoto llamado Yida, en la frontera entre Sudán y Sudán del Sur, donde cerca de 60.000 refugiados sudaneses se han refugiado, no hay nada de eso. No lo hay para los refugiados, y no lo hay para los trabajadores humanitarios ".
La situación de emergencia en Sudán del Sur está lejos de terminar.
Ayuda a los refugiados