Hay algo que nos une a todos, independientemente de en qué parte del mundo vivamos: la necesidad de tener un hogar, un sitio donde sentirnos a salvo. El de Ramiro, profesor de Literatura madrileño, siempre fue su casa en Madrid.
Rahima, refugiada rohingya, nació en Myanmar, pero ya no vive allí. En agosto de 2017, Rahima y su familia se vieron obligados a huir repentinamente de su casa cerca de Buthidaung, en Myanmar, por culpa de la violencia y la persecución. Cuando su vecindario fue atacado, se fueron de manera precipitada, con lo puesto.
Su historia es similar a la de cientos de miles de refugiados rohingya que viven desplazados en el distrito de Cox’s Bazar, en Bangladesh.
“Tuvimos que escapar rápidamente y no pudimos traer nada con nosotros. Nos llevó seis días llegar a Bangladesh porque teníamos que escondernos, y era difícil viajar con un niño pequeño”.
Abul, marido de Rahima.
Ramiro no es ajeno a esta situación. Millones de personas refugiadas en el mundo no han tenido elección y su única opción para salvar la vida ha sido la huida. "Yo no sé qué méritos tengo para disfrutar de un holgado bienestar material que me permite vivir plenamente la vida sin mayores preocupaciones. Y tampoco sé de qué méritos carecen millones de personas en el mundo para verse forzadas a abandonar sus hogares y sus países sin medio alguno de subsistencia”, afirma Ramiro. Este madrileño es consciente de que toda la gente que ha perdido sus hogares necesitan de la ayuda de otros para sobrevivir y para empezar de cero.
Por eso, decidió ayudar a los refugiados a través de su testamento. Hace dos años, nombró a ACNUR como heredero universal, en su caso, al no tener descendientes. Quería que los refugiados fuesen los herederos directos de sus bienes cuando él ya no los vaya a necesitar.
“Se trata de una injusticia tan enorme y tan difícil de reparar que hace que sea absolutamente necesaria la existencia de una organización como ACNUR. Por no tener herederos directos, a ella quiero dejar mi herencia para que cuando yo no esté en el mundo, este sea algo más justo”.
Ramiro
Gracias a personas como Ramiro, que en su día decidieron incluir a los refugiados en el reparto de sus bienes en testamento, Rahima y su familia viven actualmente en un campo de refugiados en Bangladesh, donde se sienten seguros gracias a la ayuda que ACNUR les proporciona con la confianza y generosidad de sus donantes..
Para que puedas conocer su historia y cómo Ramiro llevó a cabo de forma sencilla su decisión de incluir a los refugiados en su testamento, hemos creado este asistente virtual en el que Tania, nuestra compañera encargada de informar sobre esta forma de colaboración, te guiará y responderá a las preguntas más comunes sobre los testamentos con inclusión solidaria.