Alrededor de 61.000 personas han tenido que desplazarse internamente desde principios de febrero. A esta cifra hay que sumar las 370.000 personas que ya estaban desplazadas en Myanmar a finales de 2020, y las más de 12.000 que han huido a través de las fronteras hacia los países vecinos desde de febrero.
61.000
nuevas personas desplazadas a la fuerza desde el 1 de febrero.
370.000
desplazados en Myanmar a 31 de diciembre de 2020.
980.000
personas refugiadas y solicitantes de asilo en países vecinos.
Además del sufrimiento por el último brote de violencia, esta crisis puede tener repercusiones a más largo plazo para los que ya están en el exilio con la esperanza de regresar a Myanmar. Los refugiados rohingya, muchos de los cuales huyeron de la persecución en 2017 y encontraron seguridad en Bangladesh, temen por la seguridad de sus seres queridos en Myanmar y por sus propias perspectivas de volver a casa de forma segura. Aproximadamente 1,2 millones de refugiados y solicitantes de asilo de Myanmar ya están buscando seguridad en los países vecinos.
En el estado de Rakhine, en Myanmar, unas 600.000 personas rohingya no tienen acceso a derechos básicos, como la sanidad, la educación, la libertad de movimiento y la ciudadanía. Los rohingya siguen siendo la mayor comunidad de apátridas identificada en el mundo.
ACNUR está trabajando con sus socios y las comunidades locales para proporcionar ayuda de emergencia a los desplazados por esta última oleada de conflicto, así como para seguir apoyando a quienes ya estaban desplazados en Myanmar.
Ayuda a los refugiados