Un equipo de ACNUR en la Región Grande del Norte de Camerún ha hablado con los refugiados en los alrededores de Banki, una ciudad al otro lado de la frontera en el estado de Borno en Nigeria. Los refugiados dijeron que sus aldeas fueron bombardeadas, que varias personas habían muerto, y que al menos dos aldeas fueron reducidas a cenizas.
Los estados del norte de Nigeria de Adamawa, Borno y Yobe han estado bajo estado de excepción desde mayo de 2013. La violencia en curso ha desplazado a miles de personas. De los que han huido a Camerún, la mayoría están en el área de Logone-et-Chari en el Extremo Norte. Con esta nueva afluencia, en la actualidad hay 12.428 refugiados nigerianos en Camerún, según las autoridades locales del país. De ellos, unos 2.183 hasta el momento han sido trasladados a un campamento de ACNUR en Minawao, a 130 kilómetros al interior. Junto con los organismos asociados, la Agencia de la ONU para los Refugiados está proporcionando a los refugiados vivienda, servicios de salud, saneamiento, educación, alimentos y otro tipo de ayuda
En Níger, las nuevas llegadas de refugiados se han producido en la región del sudeste de Níger Diffa. Según los testimonios de los refugiados, huyeron de un ataque que se produjo el 16 de enero en la mezquita de la aldea de Gashagar, justo al otro lado de la frontera. Según la información disponible, siete personas murieron durante el ataque y 60 tiendas y siete coches fueron quemados. Los refugiados, en su mayoría mujeres y niños, han sido acogidos por las comunidades locales y ACNUR está enviando ayuda de emergencia.
Un censo del gobierno publicado el pasado mes de noviembre mostró que unas 37.000 personas, incluyendo 8.000 nigerianos y 30.000 ciudadanos de Níger que estaban viviendo en Nigeria, han sido desplazadas a la región de Diffa desde mayo de 2013. A principios de diciembre, el Gobierno de Níger emitió un decreto para conceder el estatuto de refugiado con carácter temporal a los nigerianos que huyeron de los tres Estados que se encontraban en estado de emergencia en Nigeria.
ACNUR sigue pidiendo a los Estados de la región que mantengan sus fronteras abiertas a los nigerianos que huyen de su país y que podrían necesitar protección internacional, así como que no se lleven a cabo retornos forzosos. Estas recomendaciones están contenidas en un documento sobre Asesoramiento para el retorno emitido el pasado mes de octubre, que trata de garantizar que se respeten los principios humanitarios y de asilo a la luz de la continua situación de inseguridad en el noreste de Nigeria.