ACNUR ha intensificado las actividades de preparación y respuesta frente al coronavirus en los 134 países donde opera, en coordinación con las autoridades locales y nacionales. Trabaja con los gobiernos para incluir a los refugiados en los planes nacionales de prevención.
Hasta ahora no se ha registrado ningún brote grave en campos o asentamientos densamente poblados. Sin embargo, se han reportado casos de COVID-19 entre poblaciones locales en estados como Bangladesh, Siria, Yemen y varios países de África. El riesgo de que el COVID-19 llegue a un campo o asentamiento de refugiados o a centros de recepción continúa vigente.
6,4 millones
de mascarillas.
850.000
batas.
3.600
concentradores de oxígeno
ACNUR ha adquirido y distribuido equipos de protección personal, desinfectantes, medicamentos y suministros y equipos médicos, incluidos los concentradores de oxígeno.
A finales de marzo, transportó por aire 4,4 toneladas de artículos de ayuda médica de primera necesidad, como mascarillas, guantes y medicamentos esenciales para responder al COVID-19 en Irán. Se han programado otros vuelos para transportar artículos adicionales.
ACNUR ha aumentado el número de puntos de agua y la cantidad suministrada y ha mejorado el saneamiento e higiene en instalaciones de salud, centros de tránsito, centros de recepción y refugios colectivos donde se alojan grandes cantidades de personas.
En Cox’s Bazar, Bangladesh, se ha intensificado la promoción de la higiene en los campamentos y se han instalado 128 estaciones de lavado en centros de distribución y puntos de servicio, donde los refugiados reciben kits de higiene y otros artículos para el hogar. ACNUR ha distribuido jabón a más de 19.000 hogares.
Para identificar rápidamente a la población desplazada que pueda haber contraído el virus, ACNUR ha capacitado a trabajadores de la salud en campos de refugiados.
En Níger, más de 600 profesionales de la salud han recibido capacitación y se han incorporado para dar asistencia durante la pandemia. Además, ACNUR baraja la posibilidad de construir instalaciones de salud permanentes adicionales.
Se han establecido zonas de aislamiento y se está dosificando el flujo de pacientes en las instalaciones para reducir el hacinamiento. A los enfermos crónicos estables se les ha proporcionado medicación para varios meses.
En Colombia, ACNUR ha firmado un acuerdo con el Instituto Departamental de Salud para equipar un espacio de aislamiento para 40 pacientes. Para paliar la escasez de personal médico, ha suscrito un acuerdo con la Secretaría de Salud que prevé la contratación de 11 médicos. Además, el centro de atención primaria de salud Las Margaritas, respaldado por ACNUR, ha sido reabierto y presta servicios médicos.
ACNUR ha establecido zonas de aislamiento en algunos campamentos para separar a casos sospechosos de COVID-19.
En Kenia, ha distribuido equipos de protección y ha dotado de camas e instalaciones de aislamiento a los campos de Dadaab y Kakuma. ACNUR ha desplegado 58 unidades de vivienda en el Estadio General Seyni Kountché en Niamey, Níger, para aumentar la capacidad de recepción, detección y aislamiento de pacientes infectados con COVID-19 en la región.
ACNUR ha ampliado los medios de comunicación con los refugiados y otras poblaciones. Además, ha intensificado la promoción de medidas preventivas, como el lavado de manos, el distanciamiento social o el confinamiento.
En Sudán, por ejemplo, ha adquirido 90 megáfonos para permitir que los promotores de higiene difundan mensajes de prevención en los campos de refugiados.
El efectivo da dignidad a los refugiados y les permite comprar alimentos, jabón, agua y pagar el alquiler.
En Iraq, ACNUR ha proporcionado asistencia en efectivo a más de 1.600 desplazados y planea ayudar a más de 125.000 familias en el próximo período.
En Grecia, más de 90.000 personas recibieron ayudas para poder acceder a información online sobre higiene y otras medidas preventivas de COVID-19. Además, más de 30.000 personas pudieron comprar productos de higiene, como jabón y kits para el cuidado del bebé.
En aquellos países donde las escuelas han tenido que cerrar temporalmente, ACNUR ha ampliado las inversiones en la educación a distancia online y offline, y está apoyando el acceso de los niños refugiados a la educación local.
En respuesta al cierre de escuelas en Kenia, ACNUR está gestionando la enseñanza online en los campos de refugiados y está distribuyendo libros de texto para facilitar el aprendizaje en el hogar. Además, las radios locales emiten el contenido educativo para los estudiantes refugiados y la comunidad de acogida.
Ayuda a los refugiados