Más de 36.000 solicitantes de asilo se encuentran actualmente en centros de recepción localizados en las cinco islas griegas, que fueron diseñados inicialmente para acoger a 5.400 personas. La portavoz del ACNUR Liz Throssell ya denunció hace unos meses durante una conferencia de prensa la situación de hacinamiento en la que viven miles de solicitantes de asilo en las islas griegas.
El centro de Moria en Lesbos supera seis veces su límite de capacidad, con 18.342 personas. En Samos, el centro de recepción Vathy alberga a 6.782, diez veces su capacidad. El acceso a agua, saneamiento o atención médica es muy limitado. En Kos conviven 3.000 personas en un espacio destinado a 700. Los centros de recepción en Quíos y Leros también se encuentran abarrotados. La mayoría de quienes solicitan asilo y de los migrantes son unidades familiares. Un tercio de la población son niños y niñas, muchos de ellos son menores de doce años.
ACNUR ha denunciado las condiciones de estos centros por considerarlas inadecuadas e inseguras.
Durante el pasado mes de septiembre de 2019 llegaron a las islas 10.258 personas, la mayor parte de ellos eran afganos y sirios, el nivel mensual más alto desde 2016. En 2019, 59.000 personas llegaron a Grecia por vía marítima. Los prolongados procedimientos de asilo están provocando una saturación en el sistema griego de asilo, con más de 90.000 casos pendientes.
¿Qué se necesita?
Para que la situación mejore es necesario llevar a cabo una serie de acciones:
En este momento hay más de 5.300 menores no acompañados en Grecia. Solo uno de cada cuatro cuenta con un refugio apropiado para su edad.
Alrededor de 500 niños están alojados con adultos no relacionados en una gran tienda de campaña en Moria. En Samos, más de una docena de niñas no acompañadas se turnan para dormir en un contenedor pequeño; otros niños se ven obligados a dormir en los techos de los contenedores.
Las condiciones extremadamente peligrosas que afrontan los menores no acompañados, ha llevado a ACNUR a hacer un llamamiento a los Estados europeos para que reubiquen a estos niños y agilicen las transferencias para que puedan reunirse con miembros de su familia.
ACNUR continúa trabajando con las autoridades griegas para desarrollar la capacidad necesaria para afrontar los desafíos que presenta la situación actual.
ACNUR gestiona más de 25.000 apartamentos para algunos de los solicitantes de asilo y para los refugiados más vulnerables, en el marco del programa ESTIA, financiado por la UE. Gracias a este programa, además, otras 75.000 personas reciben ayuda en efectivo. ACNUR está preparado, con el apoyo continuo de la UE y de otros donantes, para ampliar su apoyo y permitir a los solicitantes de asilo autorizados abandonar las islas y establecerse en el continente.
Grecia ha recibido la mayoría de las llegadas a la región del Mediterráneo durante 2019, más que España, Italia, Malta y Chipre juntas.
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