El país es uno de los más pobres del mundo. A pesar de la inseguridad y de la falta de recursos, Chad es el hogar de cerca de 600.000 refugiados que proceden de Sudán, Camerún o la República Centroafricana. Alrededor de otras 400.000 personas se encuentran desplazadas internamente. La situación es cada vez más crítica debido a la falta de fondos.
Saadya Sidik huyó de la violencia en Darfur hace cuatro meses. Desde entonces, vive en el campo de refugiados de Milé, en Chad. El campamento acoge a más de 25.000 refugiados sudaneses, la mayoría de los cuales se instalaron allí hace casi 20 años, cuando comenzó el conflicto. Otros huyen de la última ola de violencia.
Chad acoge a más de un millón de personas desplazadas a la fuerza, entre ellas 580.000 refugiados de países vecinos, como Sudán, República Centroafricana y Camerún. Unos 400.000 refugiados sudaneses viven en campamentos en el este del país desde 2004, cuando comenzó el conflicto en la región sudanesa de Darfur. Chad es una de las mayores operaciones de ACNUR en la región. Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, ha visitado recientemente la zona y ha pedido un mayor apoyo humanitario para el país.
El cambio climático está aumentando la competencia por el agua y otros recursos en la región del Sahel, donde las temperaturas aumentan 1,5 veces más rápido que el promedio mundial. Los niveles de agua en el Lago de Chad han disminuido hasta un 95 % en los últimos 60 años, lo cual ha tenido un impacto en las comunidades de Chad, Camerún, Níger y Nigeria, cuya supervivencia depende del lago y de los ríos circundantes.
Babaye Mamath (en la foto), de 20 años, vende pescado en el mercado de Baga Sola. Se desplazó desde Blarigui, una isla en el lago Chad. "Hace seis años nos enteramos de que las aldeas vecinas estaban siendo atacadas por Boko Haram, así que decidimos huir”. Desde entonces, vive en el campamento de desplazados internos de Kafia, cerca de Baga Sola. Dice que el lago está disminuyendo y cada vez pesca menos peces.
La falta de fondos amenaza los servicios básicos

Agua limpia, saneamiento e higiene

Educación

Ayudas económicas, material de emergencia y comida.
Los desafíos ambientales y de seguridad en Chad y en todo el Sahel son enormes. Por eso, Grandi ha señalado la importante contribución de países como Chad y ha instado a los gobiernos a garantizar que estos cuenten con los recursos adecuados para continuar brindando protección a las personas desplazadas.