59 millones
de desplazados internos por conflictos en la última década.
31 millones
de personas desplazadas internas regresaron a su lugar de residencia.
2 de cada 3
desplazados internos se encuentra hoy en zonas urbanas.
La población desplazada dentro de sus propios países se ha multiplicado por 7 en solo 15 años. En la última década, el desplazamiento interno ha alcanzado niveles nunca antes vistos. En 2005, ACNUR trabajaba en 15 países con 6,6 millones de desplazados. En 2010, estaba presente en 26 estados y atendía a 15 millones de personas; ahora el número de países en los que opera asciende a 33 y el de desplazados dentro de sus fronteras a 43,5 millones.
El estallido de la guerra en Siria en 2011 generó una de las mayores crisis de desplazamiento de la historia reciente. Los conflictos que siguieron a la Primavera Árabe en Libia, Yemen y otros lugares han provocado desplazamientos masivos que han durado toda la década.
Durante la crisis mundial de refugiados en 2015, la protección de los desplazados y los afectados por la guerra en Siria fue clave, ya que la escalada y la renovación del conflicto también afectaron a Ucrania, la República Democrática del Congo, Sudán del Sur, la República Centroafricana, Malí y Nigeria.
El conflicto en Irak, incluida la caída de Mosul, provocó desplazamientos a gran escala y graves necesidades de protección, en particular para las minorías étnicas y religiosas, como los yazidíes.
El desplazamiento interno ha tenido un gran impacto en millones de niños y niñas que estaban inmersos en algunas de las peores crisis humanitarias de la década. En Afganistán, República Democrática del Congo, Somalia y Burkina Faso, por ejemplo, los niños y niñas constituían más del 60% de los desplazados internos a finales de 2019.
En Chad, Níger, Pakistán, la República Centroafricana y Yemen, su proporción varió entre el 53% y el 57%. Si se comparan estas cifras con las situaciones de los desplazados internos en Afganistán, República Centroafricana y Somalia en 2010, la proporción de niños y niñas aumentó en unos pocos puntos porcentuales en los últimos diez años.
Los desplazados internos en zonas urbanas han ido aumentando en los últimos años. A principios de la década, los desplazados internos se encontraban, sobre todo, en zonas rurales. A finales, la tendencia se había invertido. A finales de 2019, dos de cada tres desplazados internos se encontraban en zonas urbanas o semiurbanas.
Los desastres y el cambio climáticos son un factor de desplazamiento, conflicto e inestabilidad. Durante la última década, ACNUR ha participado en más de 25 operaciones para desplazados internos por desastres o por cuestiones climáticas, como en el terremoto de Haití, la respuesta a las inundaciones en Pakistán, los tifones en Filipinas y, al final del decenio, los huracanes en las Bahamas y los ciclones en Mozambique y en el sur de África.
“Estamos presenciando una realidad distinta en la que el desplazamiento no solo está mucho más extendido, sino que ya no es un fenómeno temporal y a corto plazo”.
Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados.
6 millones
de desplazados internos regresaron a casa en República Democrática del Congo.
5 millones
de desplazados internos volvieron a su hogar en Irak.
En 2012 nace la Convención de Kampala para la protección de los desplazados internos en África. Los desplazamientos nuevos y prolongados en África constituyen el 43% de los desplazamientos internos relacionados con conflictos a nivel mundial a finales de 2019.
En la última década, 30 miembros han pasado a ser parte de la Convención de Kampala y siete han adoptado la legislación y las políticas de aplicación pertinentes.
ACNUR está promoviendo nuevas ratificaciones y ayudando a los gobiernos de África a adaptarse a la Convención, y a los de fuera de África a elaborar leyes y políticas sobre desplazamiento interno. Desde la elaboración de los Principios Rectores de los Desplazamientos Internos en 1998, se han aprobado más de 88 leyes y políticas nacionales sobre desplazamiento interno.
El trabajo de ACNUR es garantizar los derechos de los desplazados internos y que los riesgos que enfrentan se minimicen. ACNUR existe para proteger y asistir a todos los que se han visto afectados por el desplazamiento forzado, incluidos los desplazados internos. También proporciona ayuda para salvar vidas y trabaja para identificar soluciones duraderas para las comunidades desplazadas.
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